Reflexiones a partir de un viaje interreligioso que 15 judíos, 15 católicos y 15 musulmanes por Medio Oriente y Roma.
La Argentina es un país donde está comprobado que la convivencia interreligiosa es posible: judíos, musulmanes y católicos convivimos armoniosamente en nuestro país desde hace décadas, unos al lado de los otros.
Muchas veces, en relación al diálogo entre religiones, lo primero que se piensa es en Medio Oriente; una zona que desde hace siglos es factor de disputa entre las religiones. En un mundo convulsionado, donde los fanatismos religiosos se han convertido en un instrumento de prejuicio, odio y muerte, la religión marca fronteras. En contraste, la Argentina es un ejemplo de que las cosas pueden ser distintas, ya que aquí la convivencia es natural.
Por ello creo que es importante que nuestro país no solamente no importe conflictos sino, por el contrario, exporte el mensaje de que la convivencia es posible, y que Argentina es una prueba de ello.
No es casualidad que esta convivencia se dé en nuestro país. Es producto de muchos años de construcción y trabajo; de concebir al diálogo como forjador de entendimiento y respeto que nos permite vivir en una sociedad plural.
Líderes de las tres religiones se comprometieron y decidieron buscar la paz por sobre los prejuicios. Es así como las tensiones surgidas por situaciones de Medio Oriente pudieron superarse con oración conjunta, diálogo y compromiso de sus referentes.
Artífices de esta realidad fueron muchos, pero tal vez quien hoy ocupa uno de los mayores cargos mundiales es un gran protagonista de esta historia. Sin dudas, quien fuera Arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, es un gran responsable de esta armoniosa convivencia. Él se dedicó al diálogo interreligioso en forma personal, creando vínculos con líderes de las distintas religiones, buscando aportar a la construcción de un marco de confianza entre las personas. Rezó en Mezquitas y Sinagogas; puso a la Catedral a disposición para rezar por la paz en Medio Oriente cuantas veces fue necesario. El 9 de marzo fue elegido Obispo de Roma, desde donde sigue participando en la construcción de la convivencia, ya no sólo en la Argentina, sino en el mundo todo.
PEREGRINOS DE PAZ
Un grupo de 15 católicos, 15 judíos y 15 musulmanes, todos referentes de nuestras respectivas comunidades, emprendimos juntos un viaje a Jerusalem, Ramallah, Aman y Roma; y visitamos los lugares santos de cada religión: Muro de los lamentos, Mezquita de Al Aqsa, la vía Dolorosa, el Santo Sepulcro, compartimos la cena de shabat, una misa en Belén y la oración del Islam.
En el peregrinar pudimos encontrarnos con el Primer Ministro palestino, Rami Hamdallah, con el Presidente israelí, Shimon Peres y en Roma con el papa Francisco. A todos llevamos el mismo testimonio de optimismo y fraternidad.
Como mensajes de alta significación, Hamdallah nos habló de la necesidad de que israelíes y palestinos vivan en paz. Peres reseñó el valor de los pueblos como constructores de paz, y el Papa nos animó a trabajar por la cultura del encuentro. Escuchamos de Francisco que, en su próximo viaje por Medio Oriente, será acompañado por un judío y un musulmán, como un nuevo gesto inspirador en la misma dirección de la convivencia, una suerte de llamado del Sumo Pontífice a profundizar lo que estamos realizando.
Haber compartido un viaje de estas características, con las esperas en los aeropuertos, las conversaciones en los buses, los tiempos libres, comidas y paseos, sin dudas crea vínculos interpersonales. Sobre esta base es que construimos convivencia. Porque la convivencia no es producto de la providencia divina, sino que se construye con gestos de confianza y entrega.
Creo que el diálogo interreligioso es un camino importante que debemos transitar como una forma de construir convivencia, de hacer que nuestras sociedades sean más plurales, y de mostrar que podemos vencer prejuicios para salir al encuentro de quienes son diferentes. Y eso no nos debilita en nuestra identidad sino que, por el contario, nos fortalece.
MODELO DE CONVIVENCIA
Esperamos haber sembrado una semilla que aporte a la comprensión entre las religiones y los pueblos. Líderes judíos entrando a Ramallah para encontrar al primer ministro palestino y musulmanes en Jerusalem para visitar al presidente del Estado de Israel no son fotos habituales en la política internacional. La simple imagen de una mesa en la cual judíos, católicos y musulmanes comparten la comida, también sorprende. Estos son los gestos que construyen convivencia. Este es nuestro mensaje al mundo.
Con una encantadora foto de grupo junto al papa Francisco, vacía de protocolo pero llena de emociones, culminó el viaje. Visitamos Ramallah, Jerusalem y Aman, aprendiendo de sus culturas. Fue nuestro objetivo exportar un modelo de convivencia interreligiosa y transmitir un mensaje de optimismo a la región.
El viaje terminó y con él un capítulo de las relaciones interpersonales para este grupo. Pero en el mismo momento en que dejábamos Roma iniciamos una nueva etapa para seguir aportando al entendimiento entre los credos.
Trajimos con nosotros muchas expectativas, proyectos e ideas para llevar adelante, predicando con el ejemplo, mostrando que con humildad podemos vencer prejuicios y cimentar, por medio del diálogo, una sociedad más fraterna.
El autor es Director Ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano y responsable para el Dialogo con la Santa Sede del Congreso Judío Mundial
1 Readers Commented
Join discussionTodo lo que contribuya a promover la paz debe ser bienvenido,ya que, como les escribió Pablo a los cristianos de la ciudad de Corinto, Dios es Dios de paz (1 Corintios 14:33).
Raúl Ernesto Rocha Gutiérrez
Doctor en Teología (SITB).
Doctor en Ciencias Sociales y Licenciado y Profesor en Letras (UBA).
Magíster en Ciencias Sociales (UNLaM).