Cuando este comentario llegue a nuestros lectores, habrá transcurrido un mes desde la celebración de las PASO y faltará otro para las elecciones generales de medio término. Sin perjuicio de que octubre confirme, ratifique o agrave los resultados y diferencias obtenidas por cada uno de los variopintos candidatos en las internas de agosto, conviene reflexionar, a la luz de esos resultados, hacia dónde se dirige el país en este contexto.Pese a que el oficialismo insista en que es la fuerza nacional que obtuvo más cantidad de votos en términos absolutos (lo cual es cierto, si bien perdió cerca de cuatro millones de votos respecto de las elecciones de 2011), los guarismos provisorios de agosto han demostrado una segmentación del electorado en tres grandes porciones. La primera corresponde al núcleo duro oficialista, con buena performance en algunas provincias del norte del país y en la provincia de Buenos Aires, pese a haber sido derrotado por el Frente Renovador, nuevo emergente de la política argentina, con características salvíficas (cuándo no). La segunda porción la integra un mosaico de agrupaciones de centro izquierda, con dos columnas: el radicalismo y el socialismo. Con buenas actuaciones en Mendoza y Santa Fe y una sorpresiva incógnita en la Ciudad de Buenos Aires –que se definirá en octubre–, este nuevo bloque se atribuye ser la segunda fuerza a nivel nacional. En tercer lugar, podemos ubicar al peronismo federal y disidente, a poca distancia del segundo. Finalmente, el PRO, con una cosecha a nivel nacional que parece impedirle, por ahora, proyectarse como actor relevante en la escena grande.
Hasta aquí, una muy breve fotografía del resultado de las primarias. Si intentamos ajustar un poco la lente y mirar más en detalle, podemos observar que los votos del oficialismo, que venía cautivando con vaivenes desde 2005, migraron hacia distintas fuerzas políticas. No hay un ganador claro a nivel nacional, pese a que la tracción que genera la provincia de Buenos Aires permita especular que Sergio Massa pueda ser el candidato que habilite al movimiento peronista a transformarse en una alternativa a sí mismo. Pero las distintas variantes de quienes se dicen peronistas suman una mayoría importante, y habrá que ver si es capaz de materializarse en una propuesta de poder.
El muestrario del polo de centroizquierda, aunque relevante, tiene enormes desafíos para el futuro. ¿Es posible pensar en una articulación de gobierno que supere la mera transacción electoral en pos de un resultado? La pregunta está abierta, y permanecerá así los próximos dos años. Los personajes que la integran no han demostrado en el pasado voluntad de consolidación para el ejercicio del poder. Quedará por verse si estos diez años han tenido algún efecto pedagógico.
Hay modelos seguidos por nuestros vecinos de Chile y Uruguay que muestran un camino. La Concertación y el Frente Amplio son coaliciones de gobierno, que –con sus más y sus menos– han podido dotar de eficacia a las administraciones de esos países.
Pero lo que señalamos no deja de ser una especulación más entre todas las que los medios y comunicadores han venido haciendo en los últimos días. Las incógnitas planteadas tampoco tienen respuestas lineales.
Querríamos profundizar aún más nuestro comentario para intentar debatir lo que está en juego en la Argentina hoy, así como la transición que deberá atravesar la dirigencia política y la sociedad civil en los años venideros.
Entre la muchísima agua que pasó bajo el puente en estos diez años de gobierno del Frente para la Victoria, un debate que atravesó todo este período y aún se mantiene tiene que ver con la manera en que debería ejercerse el poder en la Argentina. Esta querella generó un enorme nivel de confrontación, que traspasó toda la gestión política y económica del oficialismo. No es momento de repasar los distintos actos de gobierno que hoy el kirchnerismo ve como positivos, sus derrotas y las reacciones de los sectores opositores, que en general provocaban antagonismos y antagonistas.
Es la República, al final de cuentas, lo que está en debate, frente a un modelo democrático de concentración de poder, con características populistas. En este contexto el resultado de agosto –de confirmarse en octubre– parece haber evitado aquello que hoy le falta a esta matriz para perdurar: la reforma de la Constitución y la reelección presidencial. Obturado este camino, se abre la transición hacia un cambio de personas en el gobierno, que pueden surgir del partido oficialista, del peronismo transformado en alternativa o del no peronismo.
Esta mutación de figuras significaría una ratificación del modelo vigente, con mejores modos. Hoy el Poder Ejecutivo tiene una enorme cantidad de instrumentos y dispositivos que le permiten continuar en este esquema, si la sociedad civil no da una clara indicación sobre el camino a seguir. Cualquiera sea el individuo que resulte elegido en 2015, y con independencia de su origen, es el conjunto de la ciudadanía el que tiene que precisar con nitidez los límites que el nuevo gobierno tendrá. La corrupción, el manejo autoritario de la cosa pública y la mentira exteriorizada en el INDEC son algunas consecuencias reales y palpables de esta forma de ejercicio del poder.
No podemos dejar de pensar que en la Argentina el modelo de acumulación de poder tiene un grado de arraigo tal que un cambio de personas quizás no sea suficiente para romper la inercia. Por el contrario, podrá suscitar una buena dosis de optimismo y, con algunos gestos, generar el tan ansiado reordenamiento económico que hoy reclama buena parte de la sociedad. No obstante, la carencia de un compromiso real y efectivo con la República, podrá ubicarnos, en el futuro, en situaciones similares a las actuales.
La transición resulta sumamente desafiante para la clase política y para la sociedad en su conjunto. Habrá que optar por alternativas que, comprometidas con la moderación que la hora requiere, no sean una réplica y profundización del modelo de acumulación de poder y desear que, al emitir el voto, la ciudadanía no otorgue un cheque en blanco sino una apuesta a futuro, dentro de la Constitución y la ley.
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Join discussion“La República” enfrentada a “un modelo democrático de concentración de poder, con características populistas”. Analicemos la frase.
“Modelo democrático”: es correcto y habría que agregar que es el período de tiempo más extenso durante el cual se han cumplido la Constitución y las leyes de nuestro país. Obviamente no sin errores ni cuestiones muy opinables, como ocurre siempre y en todos lados. Dejemos aparte las generalizaciones ofensivas y las innumerables acusaciones que se quedan en el fuero mediático y no prosperan en el judicial. Aunque sin fundamentos sólidos, generan certezas absolutas en demasiadas cabezas. ¿Alguno puede creer que recién hace 10 años que existe corrupción, manejo autoritario de la cosa pública, mentira e incluso que los números del INDEC son reprochables? También llama la atención que nada más que funcionarios nacionales estén involucrados en estos hechos ¿nadie más? Esta estrategia comunicacional que desvaloriza toda la política está de moda en el mundo entero, impulsada por el neoliberalismo.
“De concentración de poder”: también es correcto. De eso se trata la política, para hacer cualquier cosa hay que poder… sin poder, no se puede! Alegrémonos de tener un gobierno que quiere hacer, los argentinos sabemos exactamente qué ocurre cuando no puede o no quiere enfrentarse al sistema financiero o a corporaciones inmensas. Y quienes se quedaron con el bienestar y la plata de los argentinos en esos casos.
El cambio es condición del crecimiento, la continuidad sólo beneficia a quienes están en la cima de la sociedad. En relación con los cambios, el consenso sólo se da en el plano de las ideas generales, de los grandes conceptos. En cuanto se llega a los detalles y a la implementación aparecen los intereses. Todos quieren terminar con la pobreza … pero no con “mi plata”. Ahí se termina abruptamente y solo queda el camino de la negociación. A su vez, esta se da en forma institucional, educada y formal cuando los intereses tocados, reales o simbólicos, no son importantes. Siempre que lo son, se llega a la confrontación, que muchas veces es necesaria y saludable en la vida de las naciones.
¿Debíamos acaso continuar con la historia oficial y las políticas sociales y económicas que nos llevaron al descalabro? ¿Sólo por evitar enfrentamientos que por primera vez en la historia argentina no han causado muertes ni represiones violentas? No es irrazonable por lo tanto asumir que si hay confrontación existen cambios, que los mismos afectan intereses importantes y estructurales y por lo tanto que el gobierno actuó como catalizador de necesidades sociales muy reales.
“Con características populistas”: aquí está la clave para interpretar el artículo: oponer “La República” con mayúscula a un llamado “populismo”. Me surgen varias preguntas ¿cuál otra fuente de poder es más legítima que el pueblo?, ¿porqué “República? va con mayúscula, que simboliza esa letra capital? En realidad el opuesto de populismo es elitismo, ¿acaso se propone dejarle el poder a la plutocracia global?
Nuestro país ha perdido décadas y miles de vidas buscando erradicar el peronismo, muy “arraigado” como dice el editorial, aunque no lo nombra. Plantearse, nuevamente, este objetivo no parece un buen camino para salir adelante.
Falta en este editorial una mirada global, el escenario argentino no puede comprenderse sin tomar en cuenta ese mundo en el cual:
“…se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Hemos dado inicio a la cultura del ‘descarte’. Esta deriva se verifica a nivel individual y social. Y, además, se promueve.
En este contexto, la solidaridad, que es el tesoro de los pobres, se considera a menudo contraproducente, contraria a la razón financiera y económica. Mientras las ganancias de unos pocos van creciendo exponencialmente, las de la mayoría disminuyen.
Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera, negando el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común. Se instaura una nueva tiranía invisible, a veces virtual, que impone, de forma unilateral e implacable, sus leyes y sus reglas. Además, la deuda y sus intereses alejan a los Países de las posibilidades reales de su economía y a los ciudadanos de su poder adquisitivo real.
A todo ello se añade, una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales. El afán de poder y de tener no tiene límites.” (1)
Esperemos que Argentina tenga siempre gobiernos cuya preocupación central sean los argentinos y muy especialmente los más vulnerables, no «el mercado» ni el PBI.
Es necesario que se debata seriamente sobre estos temas, yo los invito a responder al pedido del Papa, a discutir e involucrarse.
(1) Discurso del Papa Francisco a los embajadores de Kirguistán, Antigua y Barbuda, Luxemburgo y Botswana – Sala Clementina, Jueves 16 de mayo de 2013.
Creo que, por habilidad o por defecto del actual gobierno nacional, al tema señalado como central, es decir, «es la República la que está en juego», hay que al menos solaparle la pregunta o la mirada: «es el bienestar de la gente lo que está en juego». Y cuando hablo de la gente me refiero a todos los que, de una manera u otra, durante tantos gobiernos que predicaron respetar las «formas republicanas», fueron marginados.
Es por ello que a veces el debate parece ser de «forma» para unos, y para otros, de «fondo». Si la República como «forma» no incide realmente en el Pueblo como «fondo», descuento que el Pueblo votará a quien crea que le cumple con el «fondo», más allá de las formas.
No es obligación conformase sólo con el «fondo»; debemos pedir la forma republicana también. Pero no podemos atribuirle virtudes mágicas a la República (la historia argentina ya nos ha dado reiteradas muestras de ello). Parafraseando en sentido inverso a Alfonsín, con la República no siempre se come, se educa o se trabaja. Más allá de las mentiras del INDEC y de los medios de comunicación también, comer, educarse o trabajar son indicadores de gestión reales en la casa de cada uno. Muchas de las otras categorías de análisis a veces, más que aclarar, oscurecen porque no alumbran lo que podrían o pretenden alumbrar.
Otros 10 años perdidos y van….
La revolución, esa gran transformación espiritual, cultural y socio económica que necesita el país de los argentinos, pospuesta por otros 10 años mas.-
Y de eso son tan responsables los oficialismos, las oposiciones y las elites intelectuales, culturales, sociales y económicas.-
NO SE DAN CUENTA QUE NO HAY MEJOR NEGOCIO QUE HACER LAS COSAS BIEN ?
NO SE DAN CUENTA QUE TRANSFORMARON A LA ARGENTINA EN UN AUTÉNTICA Y MUY EFICIENTE «FÁBRICA DE POBRES»
QUE ESTADO DEFIENDE, PROTEGE, PROMUEVE Y ASISTE MEJOR A SUS POBLACIONES, LA MONARQUÍA SUECA o EL POPULISMO KIRCHNERISTA o EL MENEMISTA o EL ALFONSINISTA ?.-
La tentación entronizada es alentar la idea de que CAMBIAR DE GOBIERNO importa EL CAMBIO DE ESTADO DE COSAS.-
Los gobiernos de YRIGOYEN, URIBURU, PERÓN, LOS MILITARES, ALFONSÍN, MENEM y ahora KIRCHNER, terminaron y el último terminará, inmersos en un escenario de deterioro económico, político, social y cultural, agudos.-
NO LES PARECE QUE -EN EL TRASFONDO- HAY ALGO MAS QUE UN SIMPLE CAMBIO DE FIGURONES EN LA CASA ROSADA ?.-
¿Acaso se podría pensar que nuestro Papa Francisco votara alguien que no tenga como prioridad absoluta generar trabajo justo, alguien que no “sienta en su corazón el ‘nosotros’, el pueblo que quiere avanzar… y no dejarse robar la esperanza”?
¿Que su preocupación esté en “el modelo de acumulación de poder” y no en la desocupación y calidad de vida de las familias?
¿Qué se preocupe más por el PBI y menos por el NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas)?
EL PAPA EN CERDEÑA: NO OS DEJÉIS ROBAR LA ESPERANZA, LUCHAD POR EL TRABAJO
Ciudad del Vaticano, 22 de septiembre (VIS).-
El Papa Francisco ha llegado esta mañana a Cagliari, en la isla italiana de Cerdeña. Es su segunda visita pastoral en Italia, después de la efectuada a otra isla, Lampedusa, en Sicilia, ambas afectadas por graves problemas. En Sicilia, la acogida de los inmigrantes procedentes de países en situaciones conflictivas, en Cerdeña la falta de trabajo por el cierre de muchas fábricas.
El pontífice se trasladó del aeropuerto de Cagliari al Largo Carlo Felice, donde junto con las autoridades religiosas y civiles le esperaba una multitud que llevaba pancartas pidiendo trabajo. Antes de pronunciar su discurso, Francisco escuchó las palabras de un joven sin trabajo, de una empresaria y de un sindicalista. Conmovido, el Papa se dirigió a los presentes dejando de lado el texto que había preparado e improvisando.
“Con este encuentro -dijo- deseo sobre todo expresaros mi cercanía especialmente a los que sufren: a los muchos jóvenes desempleados y precarios, a los empresarios y comerciantes que están luchando para salir adelante. Es una realidad que conozco bien por la experiencia en Argentina. Yo no he pasado por ella, pero sí mi familia: Mi padre, joven, fue a Argentina lleno de ilusiones «para hacer las Américas”. Y le tocó la terrible crisis de los años treinta. ¡Perdieron todo! No había trabajo .Y oí hablar en mi infancia, en casa de este sufrimiento…Tengo que deciros: » ánimo”. Pero también soy consciente de que tengo que hacer todo lo que pueda, para que esta palabra «ánimo » no sea una palabra dicha de paso. Que no sea sólo la sonrisa de un empleado cordial, de un empleado de Iglesia que viene aquí y os dice: “Ánimo”. ¡No, no quiero eso! Me gustaría que ese ánimo venga de dentro y me empuje a hacer todo lo que pueda como pastor, como hombre. Tenemos que enfrentarnos, con solidaridad, entre vosotros – y también entre nosotros – con solidaridad e inteligencia a este desafío histórico”.
“Esta es la segunda ciudad que visito en Italia. Y es interesante: ambas – la primera y esta – son islas. En la primera he visto el sufrimiento de tanta gente que busca, jugándose la vida, la dignidad, el pan, la salud: el mundo de los refugiados. Y he visto la respuesta de esa ciudad, que – siendo una isla – no quería aislarse… Y nos da un ejemplo de acogida…. Aquí, en esta segunda ciudad, en esta isla, también veo sufrimiento. Un sufrimiento que como uno de vosotros ha dicho “te debilita y termina por robarte la esperanza.» La falta de trabajo es un sufrimiento… que te arrebata la dignidad ¡Cuando no hay trabajo, no hay dignidad! Y esto no es sólo un problema de Cerdeña…sólo de Italia o de algunos países de Europa, es la consecuencia de una elección mundial, de un sistema económico que lleva a esta tragedia, un sistema económico que tiene en su centro un ídolo, que se llama dinero”.
“Dios quiso que el centro del mundo no fuera un ídolo, que fueran el hombre y la mujer, los que sacasen adelante con su trabajo el mundo. Pero ahora, en este sistema sin ética, el centro es un ídolo y el mundo se ha convertido en idólatra de este “dios dinero”. ¡El dinero manda! Mandan todas las cosas que sirven a este ídolo. ¿Y qué sucede? Para defender a este ídolo se amontonan todos en el centro y se caen los extremos. Caen las personas mayores, porque en este mundo no hay lugar para ellos. Algunos hablan de esta costumbre de «eutanasia oculta”, que consiste en no curarles, en no tomarlos en cuenta. Y caen los jóvenes que no encuentran trabajo y dignidad. Pero en un mundo donde los jóvenes – dos generaciones de jóvenes – no tienen trabajo es un mundo sin futuro. ¿Por qué? ¡Porque no tienen dignidad! Es difícil tener dignidad sin tener trabajo”.
“Este es vuestro sufrimiento, ésta es la súplica que oigo allí en medio: «Trabajo, trabajo, trabajo». Es una súplica necesaria. Trabajo significa dignidad, significa traer a casa el pan, trabajo es amor. Para defender este sistema económico idolátra se ha instaurado la “cultura del descarte”: se descartan los abuelos y se descartan los jóvenes. Tenemos que negarnos a esta «cultura del descarte”. Tenemos que decir: «Queremos un sistema justo, un sistema que haga que todos salgamos adelante «.Tenemos que decir: “No queremos este sistema económico globalizado que nos hace tanto daño”. En el centro tienen que estar el hombre y la mujer, tal como Dios quiere, y no el dinero!”.
“Yo había escrito algunas cosas para vosotros, pero me han salido estas palabras… Quería deciros lo que sentía mi corazón cuando os he visto. Sé que es fácil decir que no perdáis la esperanza. Pero a todos vosotros, los que tienen trabajo y los que no lo tienen os digo: «¡No os dejéis robar la esperanza!… Tal vez la esperanza está como las brasas bajo las cenizas; vamos a ayudarla con la solidaridad, soplando encima de las cenizas, para que el fuego vuelva a encenderse. La esperanza nos empuja hacia adelante. No es optimismo, es otra cosa. La esperanza no es sólo de uno, la construimos todos y hay que sostenerla entre todos, vosotros y nosotros, los que están cerca y los que están lejos…Por eso os digo: “No os dejéis robar la esperanza».
Pero seamos astutos, porque el Señor nos dice que los ídolos son más astutos que nosotros. El Señor nos invita a tener la astucia de la serpiente, con la bondad de la paloma. Tengamos esa astucia y llamemos a las cosas por su nombre. En este momento, en nuestro sistema económico, en nuestro sistema globalizado, hay un ídolo en el centro y esto no es posible. Luchemos todos juntos para que, el centro, al menos en nuestras vidas, lo ocupen el hombre y la mujer, la familia, todos nosotros, para que la esperanza avance”.
Francisco concluyó pidiendo a todos que rezasen con él: “Voy a decir lo que me sale del corazón -dijo- y vosotros rezad conmigo: “Señor Dios, míranos. Mira esta ciudad, esta isla. Mira nuestras familias. Señor, a ti no te faltó el trabajo; eras carpintero, eras feliz. Señor, nos falta el trabajo. Los ídolos quieren robarnos la dignidad. Los sistemas injustos quieren robarnos la esperanza. Señor, no nos dejes solos. Ayúdanos a ayudarnos entre nosotros, a olvidarnos un poco del egoísmo y a sentir en nuestros corazones el “nosotros”, el pueblo que quiere avanzar. Señor Jesús, a ti no te faltó el trabajo, danos trabajo y enséñanos a luchar por el trabajo y bendícenos a todos”.
http://www.vis.va/vissolr/index.php?vi=all&dl=c3b884f3-e17b-eed6-1e89-5240373fe1d9&dl_t=text/xml&dl_a=y&ul=1&ev=1
Coincido con el contenido del artículo bajo comentario. El último acto eleccionario da cuenta, tarde, de que casi el 75% del electorado desaprueba la gestión gubernamental que ha provocado el actual estado de cosas. El conjunto de “heterodoxias” aplicada liquidó la única ortodoxia que finalmente importa, pues es la que permite aquellas: la ortodoxia insobornable que exige el funcionamiento de la CAJA. Si la suma de todos los gastos supera a la de los ingresos, su saldo disminuye hasta agotarse. Agotado, sólo el endeudamiento interno o externo puede financiar el exceso. El endeudamiento tiene dos fases, expansiva la primera, pues el nivel de vida es superior al que permite el volumen real de ingresos; contractiva la segunda, porque los fondos ingresados que deben aplicarse al pago, salvo suicida vocación de incumplimiento serial, restringen su aplicación a otros fines. A su vez la falsa financiación inflacionaria con sus estragos termina desengañando sobre las infundadas ilusiones que crean ciertas astucias, relatos ad-hoc y malabarismos en el corto plazo.
Por último y respecto del pueblo, sistemas de gobierno, democracias y repúblicas, hago míos ciertos conceptos, que vienen a cuento y reproduzco, vertidos en la última edición dominical de la revista del diario La Nación, por Arturo Pérez-Reverte en su artículo “Conmigo o contra mí” sobre la situación españolas y que considero del todo aplicables a la nuestra:
“Un lector me preguntó el otro día por mi escepticismo político: mi falta de fe en el futuro y mi despego de esta casta parásita que nos gobierna, sólo comparable a la desconfianza que siento hacia nosotros los gobernados: sin víctimas fáciles no hay verdugos impunes. Siempre sostuve, porque así me lo dijeron de niño, que los únicos antídotos contra la estupidez y la barbarie son la educación y la cultura. Que incluso con urnas, nunca hay democracia sin votantes cultos y lúcidos. Y que los pueblos analfabetos nunca serán libres, pues su ignorancia y su abulia política los convierten en borregos propicios para cualquier esquilador astuto, a cualquier lobo hambriento, a cualquier manipulador malvado. También en torpes animales peligrosos para sí mismos, En lamentables suicidas sociales.”
También: “Cualquier asunto polémico se transforma en el acto, no en debate razonado, sino en un pugilato visceral del que está ausente, no ya el rigor, sino el más elemental sentido común.”
Y más adelante: “Pondré un ejemplo personal: una vez al ser interrogado sobre mi ideología, respondí que yo no tengo ideología porque tengo biblioteca…..”
En las discusiones sobre el Presupuesto es asombroso el paralelo entre las maniobras del núcleo opositor en el Congreso argentino y las del Tea Party en el de EEUU, un bloque radical al que tampoco le importan las normas formales e informales de convivencia.
Ambos son conscientes de que no tienen incentivos ni argumentos para el debate y/o la cooperación institucional y creen que una estrategia de “crash and burn” les dará más poder, aunque todos los ciudadanos sufran.
En el norte, su mayor temor es que el plan de salud de Obama funcione, que la salud realmente mejore. Por estos pagos causa pánico que la economía no se derrumbe y el bienestar de los argentinos crezca, EXACTAMENTE lo que dijo Sanz. Pero sus medios hablan de «bombas de tiempo», o sea que no creen seriamente que las cosas van a andar mal hasta su soñado 2015. Pero como se esfuerzan!!!
Allá detestan a Barack Obama y acá odian a Cristina, porque representan todo aquello que ellos temen y rechazan: lo multicultural, el aluvión zoológico, los intelectuales progresistas…
Porque sus mandantes, ese 0,01% que controla el mundo, ven que el keynesianismo llega de la mano del bienestar de la gente y hoy en el mundo entero hay cada vez más conciencia de la necesidad de un Estado capaz de controlar y poner freno al sistema financiero para proteger a las personas.
Exactamente lo que nos dice el Papa, pero los defensores del statu quo (llamado consenso, diálogo, institucionalidad, etc.) siguen sin responder a su llamado.
Hablando de Keynes, se puede decir de él, lo que dijo de sí mismo Karl Marx en carta a Engels, “A tenor de lo que sostienen sobre mi postura muchos marxistas… yo no soy marxista». Veamos lo que en verdad a dicho Keynes:
«A través de un proceso continuo de inflación, los gobiernos pueden confiscar secreta e inobservadamente una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos”. JOHN MAYNARD KEYNES (1919) “Las consecuencias económicas de la paz”.»,
sobre lo cual aportó en su momento Ricardo Saldaña:
«El persistente proceso inflacionario que arrastramos desde hace cinco años comienza a dar señales de haberse metastatizado. El desequilibrio de los precios relativos cobra expresión en la desaceleración del nivel de actividad, el debilitamiento competitivo, la represión de importaciones, y la brecha cambiaria creciente, haciendo inevitable la adopción de un programa antiinflacionario.
La trascendencia y centralidad asignada a la moneda, desde el origen mismo de nuestra civilización, contrasta marcadamente con el envilecimiento de que ha sido objeto en nuestro país.»
”Observando la realidad actual, me pregunto si hemos entendido la lección de la “Pacem in Terris. Me pregunto si las palabras justicia y solidaridad están solo en el diccionario o todos nos esforzamos para que sean una realidad”
…..
La Pacem in Terris traza una línea que parte de la paz que debe asentarse en el corazón de los seres humanos hasta un replanteamiento de nuestro modelo de desarrollo y de acción en todos los ámbitos, para que el nuestro sea un mundo de paz” . “Me pregunto -ha finalizado Francisco- si estamos dispuestos a recoger la invitación”.
Muchos adjetivos, pero ninguna respuesta al Papa en Criterio.
http://www.vis.va/vissolr/index.php?vi=all&dl=d0872ddc-85dd-1cc0-938a-524d6608c77b&dl_t=text/xml&dl_a=y&ul=1&ev=1
Curioso,
COMO SE LLENAN LA BOCA DE FRANCISCO y DE DOCTRINAS,
todos aquellos que hasta la entronización lo y las combatieron;
aquellos que combatieron o ignoraron al Cardenal Primado,en política y en doctrina (en cuanto a su acción en las Villas de Emergencia, a las homilías combativas, al divorcio, al matrimonio homosexual, a la identidad de género etcétera);
COMO SE LLENAN LA BOCA DE POBRES Y DE POBREZA aquellos que tienen en su cabeza tan solo ideologías y criterios que fueron y son de probada eficacia en la creación y divulgación de pobres y pobreza, en la Argentina y en cualquier país del mundo;
aquellos que en lugar de extirpar la miseria, solo pretenden subvencionarla por que así cuentan con VOTOS CAUTIVOS del Estado y del asistencialismo estatal y sus miserables operadores políticos;
aquellos que declaran NO SABER o NO TENER SOLUCIONES, pero tampoco investigan, estudian o debaten con seriedad, exenta de ideologismos o al menos, respetan a los que sí tienen las soluciones;
aquellos que se parapetan detrás de larguísimas catervas de frases huecas, inconducentes y sin sentido;
aquellos, demasiado jóvenes para tener experiencia vital que les hubiera permitido acceder a otra visión de la realidad mas rica y mas completa;
aquellos que COMBATEN LAS CORPORACIONES que encuentran en la vereda de enfrente y PROTEGEN Y EXCULPAN a las que se enriquecen dentro del círculo aúlico del poder;
Y POR FIN,
aquellos que NO ENTIENDEN !!!.-
Estimado Julián,
Si lo que Ud. menciona fuera lo único que dijo Keynes, el New Deal y los «dorados 30» no hubieran existido.
Nadie sostiene que una inflación alta es algo deseable, pero como Ud. sabe, es un fenómeno multicausal muy complejo, con muchos actores que no siempre son inocentes.
Nuestro Papa Francisco es perfectamente claro: la prioridad es la dignidad de la vida, sustentada por el trabajo y la protección social. No el mercado, ni la inflación, ni el PBI sino nuestros hermanos y con preferencia los más pobres.
Por eso nos pide que dialoguemos y discutamos, así que le agradezco sinceramente su respuesta porque necesitamos pensar como construir una sociedad con un equilibrio diferente entre el mercado y el Estado, una relación que hoy es vergonzosa en términos de Francisco. Si los católicos no lo escuchamos ¿que podemos esperar?
Cordialmente,
jc
Le sugiero leer el artículo de Krugman que provocó mi reflexión sobre los Congresos, en http://krugman.blogs.nytimes.com/2013/10/02/health-care-panic-again/
Estimado Sr. Dardan,
Ante todo le agradezco su comentario, valoro su participación.
Nuestro Papa habla permanentemente de la pobreza y de la necesidad de poner en el centro a los pobres. Cosa que a mí me alegra profundamente porque es absolutamente cierto (y podría mostrarle mails míos de hace muchos años) que he pedido para la Iglesia «un Papa que se llame Francisco y haga honor a su nombre».
La pobreza no es algo para llenarse la boca sino para que trabajemos y contribuyamos a resolverla. No para que critiquemos todo y a todos ni para ofender a quienes no están de acuerdo con nuestra opinión.
Y es el Papa el que dice que debemos dialogar, de modo que lo invito a proponer sus ideas, diciendo COMO cree Ud. que se debe encarar este doloroso problema en forma concreta. Con que medidas, con que mejoras, con que fondos, con quienes…
Esta es, en mi opinión, la forma de sumar voluntades. Con claridad y respeto. Sin duda hay muchas cosas que yo no sé o no entiendo, pero escucho con atención.
Cordialmente,
jc
Sr. Lafosse: En obsequio a la brevedad, si bien son bienvenidas las declamaciones contra la pobreza, más se aprecian no sólo las ideas sino también las acciones conducentes a su eliminación.
Y el Estado es el que más falencias ofrece a la vista de los ciudadanos con reiterados desatinos.
Basta ya de propagandear unas bondades que el nuestro jamás ha mostrado, y ya es abultado el tiempo en el que los sedicentes líderes de las fuerzas nacionales y populares han ocupado y abusado del poder político, con los resultados que están a la vista.
Dejemos a Keynes tranquilo, pues lo que dijo en 1929 no fue jamás desmentido por él y las acciones que promovió en Reino Unido y E.E.U.U. conciernen a pueblos, gobiernos y economías distintas a las nuestras.
Y respecto del Sr. Krugman, estoy al tanto de lo que pregona y las ideas que tiene del comercio internacional. Sobre esto último no descubrió la pólvora, sobre las asimetrías escribió largo nuestro Raúl Presbich en su momento. Le recomiendo su lectura, es más cercana y aplicable a nuestra casuística.
Estimado Julián,
Como Ud. pide, seamos breves. La pobreza no tiene nada de poético, es cruel y es inmoral ignorarla. Sin duda el Estado siempre tiene un papel importante en la necesaria lucha para reducirla, pero no es el único, Ud. y yo también tenemos esa obligación.
No me parece bien descartar a Keynes, ni a Hayek y Friedman, porque una visión de la economía limitada a un país dejó de tener sentido en el siglo XIX, sino antes. Antes que Prebisch, hay que leer a su maestro Alejandro Bunge y ver las interesantísimas opiniones de ambos sobre la argentina agrícologanadera.
En lugar de “falencias”, “reiterados desatinos”, “abultado tiempo”, “sedicentes” y “abusado” le pido que revise TODOS los resultados que están “a la vista”. Verá que hay aciertos y errores en todas las gestiones y esta no es una excepción. Para construir hay que mirar con los dos ojos bien abiertos.
A esta altura, ya sabemos que ni el estalinismo ni el “mercado” traen bienestar ni mucho menos equidad a la sociedad. Que ambos nos descartan y roban las esperanzas de todos nosotros para beneficio de un puñado de ultramillonarios (sociópatas los llama Krugman).
Así que nuevamente lo invito a proponer sus ideas, diciendo COMO cree Ud. que se debe encarar este doloroso problema en forma concreta. Con que medidas, con que mejoras, con que fondos, con quienes… No a criticar sino a aportar.
Seguramente la solución no saldrá de nuestros comentarios en una revista, pero contribuirá a generar el debate y el clima social que son esenciales para que la sociedad avance.
Cordialmente,
jc
Disculpe que no responda en el espacio designado, pero la página sigue recortando los textos a derecha e izquierda.
Sr. Lafosse: No es la primera vez que Ud. polemiza. Le ruego cristianamente que conmigo se abstenga.
No tenemos la misma concepción. No lo convenceré y Ud. a mi tampoco.
Yo no tengo porqué indicarle cómo solucionar problemas a ningún gobierno o ente, pues quienes tienen la responsabilidad legal de elaborar tanto los programas, como concebir las medidas para llevarlos a cabo, tienen la obligación de ejecutarlas, cargando con la responsabilidad de errores, omisiones o consecuencias no queridas con su implementación. Para hacerlo se han propuesto a la ciudadanía; tienen la obligación de la gestión pública y COBRAN POR ELLO (no hacen beneficencia). ¡No faltaría más… encima tolerar el descaro que a los señores gobernantes hay que aguantarle sus errores… y además darles letra y método para solucionarlos!
Si Ud. las tiene, expóngalas a su gusto y punto.
No dramatice. En un tratamiento médico, yo, si la ingesta del medicamento prescripto no arrojó los resultados esperados se lo informo al médico. No tengo ni tiene porqué solicitarme alternativas que superen el inconveniente.
Ya cansa que desde un tiempo a esta parte defensores del «modelo» exijan como solapado,astuto y avieso modo de censura siempre «alternativas superadoras»; pretenden así impedir o descalificar críticas a la gestión gubernamental, que repito la lleva a cabo un elenco elegido por una mayoría electoral transitoria, en un momento determinado, precisamente para solucionar los problemas, pues para ello se postularon.
En las PASO el pueblo manifestó ciertamente una disconformidad sin necesidad de que cada voto explicite puntualmente su desacuerdo. Tampoco extendió ningún cheque en blanco a ningún candidato. Para gobernar COBRANDO… se postulan; el pueblo los habilita pero con CARGO DE ACERTAR. Si no aciertan… QUE PASE EL QUE SIGUE.
Estimado Julián,
Obviamente Ud. publica sus comentarios para que sean leídos. Yo también, pero no me interesa convencer sino aprender.
Le copio parte de la entrevista de Scalfari al Papa: «El Papa entra y me da la mano, nos sentamos. El Papa sonríe y me dice: «Alguno de mis colaboradores que le conoce me ha dicho que usted intentará convertirme».
Es una broma. Le respondo. También mis amigos piensan que será usted quien querrá convertirme.
Vuelve a sonreír y responde: «El proselitismo es una solemne tontería, no tiene sentido. Hay que conocerse, escucharse y hacer crecer el conocimiento del mundo que nos rodea. A mí me sucede que después de un encuentro tengo ganas de tener otro, porque nacen nuevas ideas y se descubren nuevas necesidades. Esto es importante: conocerse, escucharse, ampliar el círculo de los pensamientos. El mundo está recorrido por caminos que acercan y alejan, pero lo importante es que lleven hacia el Bien».
Así que me esfuerzo por plantear mis ideas con argumentos, como habrá podido comprobar. Y los defiendo, concedo y discuto con respeto, tratando de ser claro.
No me quiero comprar buzones de nadie y por eso busco razones para las cosas que veo, no las acepto mansamente. Le confieso que encontrar como encaja una pieza en el rompecabezas de la realidad es un placer enorme para mi.
Pero resulta que si uno no está TOTALMENTE en desacuerdo con TODO lo que hace este gobierno y lo expresa de mal tono, uno «es K» y «por lo tanto» o es imbécil o corrupto. Yo no soy ni K ni anti K, soy Juan Carlos Lafosse y no tengo problemas en firmar mis opiniones con mi nombre, no tengo nada de que avergonzarme.
En fin, por mi parte y a su pedido doy por terminado este intercambio.
Cordialmente,
jc
Señor: Expongo mi pensamiento que vale o no por su contenido.
El e-mail con el que intervengo en el medio contiene mi apellido; por lo tanto; no estoy en sombras clandestinas ni me avergüenzo de lo que expongo.
En pleno ejercicio de mi voluntad sólo utilizo mi nombre de pila; no quiero notoriedad alguna ni quiero presumir de mis intervenciones, exteriorizo mis ideas.
Su gusto o disgusto sobre este punto, no altera mi decisión, salvo opinión en contrario de los responsables de la revista, quienes ejercen la moderación de los contenidos. Punto.