Un análisis de la situación económica argentina a partir de un escenario de estancamiento e inflación de dos dígitos.

La situación macroeconómica ha vuelto al centro de la escena en el país (cabe recordar que se entiende por macroeconomía cuestiones como la política monetaria y fiscal, y sus efectos sobre el crecimiento, la estabilidad de precios y el desempleo). Diversos desequilibrios acumulados en estas dos políticas han derivado, el pasado mes de abril, en una situación de estancamiento de la actividad económica, con inflación sostenida.

Coordinación de expectativas

El problema central de la política económica actual es de coordinación de expectativas. El diagnóstico oficial no reconoce la inflación, y esto determina las políticas macroeconómicas, que no parecen adecuadas para hacer reingresar a la economía en un sendero de estabilización y crecimiento. Las expectativas dominan las decisiones del presente al considerar un futuro probable. Si se percibe el futuro como más incierto que el presente, caen la inversión y el consumo privados.

Hasta 2011 el Gobierno pudo coordinar expectativas, y la inversión y el consumo crecieron. Desde fines de ese año, cuando la política económica incrementó la intervención estatal y avanzó más sobre ciertos derechos de propiedad, el problema se tradujo en la falta de coordinación de expectativas. Desde entonces la inflación no cede, y el cepo cambiario generó una brecha cambiaria de 60%: como no hay crecimiento de la actividad económica y la emisión monetaria crece al 40% anual, las tenencias excedentes de pesos son cada vez más repudiadas. El plan de estabilización consiste en un congelamiento de precios y en mayores controles. Por otra parte, se debe financiar un gasto público consolidado del 49% del PIB, que genera un déficit fiscal de 4% del PIB.

Se pasó de los superávit gemelos a déficit gemelos, con precios relativos distorsionados. Son muchos los mercados de bienes y servicios que presentan desequilibrios, por efecto del congelamiento de precios, presión salarial, suba de costos y pérdida de competitividad por atraso cambiario, más insumos dolarizados al dólar blue. La producción enfrenta desequilibrios en el financiamiento y en la rentabilidad. El credit crunch se refleja en  problemas de liquidez, acceso al crédito, alargamiento de plazos de pago y caída de la inversión. El stock de capital continúa depreciándose a tasas más altas, sin inversión neta, y se condiciona el crecimiento de la economía. Los desequilibrios aún no se trasladaron masivamente al mercado de trabajo, pero existen desequilibrios profundos en los mercados de dinero y de bienes, que se introducen al mercado de trabajo con algún rezago. Las empresas retienen personal si vislumbran que el estancamiento es transitorio, pero hacen lo contrario si perciben que es permanente.

La alta incertidumbre genera expectativas divergentes, y la economía tiende a estabilizarse con estanflación: un bajo crecimiento con inflación. No se avizora crisis fiscal, cambiaria ni financiera en el año electoral 2013, pero sí crecientes condicionamientos hacia el futuro.

Para la administración, la clave es mantener el superávit comercial y el cepo cambiario, pues ambos aseguran un nivel de divisas. Con una inflación “controlada” por debajo o en el orden del 30% anual, parte de las reservas del BCRA siguen financiando al Tesoro, manteniendo los subsidios económicos y sociales para sostener el consumo privado. La recaudación tributaria se debería estabilizar dominada por la estanflación, aún aumentando la presión por parte de la AFIP. Reducir transferencias discrecionales a provincias generará mayores problemas de sustentabilidad de las gestiones provinciales, pero es otro instrumento que se observa en los datos oficiales de ejecución presupuestaria. Este esquema lleva a un ritmo de emisión monetaria algo superior al de 2012, pues no se perciben claramente otras fuentes de financiamiento, y a mayor endeudamiento intra-sector público.

El tipo de cambio sigue siendo un problema, porque el dólar blue ha sido transformado en el precio de referencia de la economía. Las opciones dentro del actual esquema parecen acotadas. Se puede seguir aumentando el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial y persistir con el cepo cambiario, o a la inversa, eliminar el cepo cambiario (lo que podría provocar una mayor salida de capitales), o introducir un desdoblamiento cambiario formal, para lo cual el BCRA debería ofrecer divisas corriendo el mismo riesgo.

Las inevitables leyes del ciclo económico y de la “ciencia lúgubre”

Para comprender los impactos de estas distorsiones se deben recordar algunos conceptos de la ciencia económica. Por ejemplo, las leyes del ciclo económico. Las economías se enfrentan, inevitablemente, a ciclos de booms y recesión en el largo plazo. Las causas son motivo de históricos debates académicos, pero el hecho es casi imposible de evitar. Con sabiduría, José el soñador, el hijo de Jacob, identificó no sólo el ciclo en aquel Egipto del Génesis, sino también la solución al problema: ahorrar en los siete años de vacas gordas para poder mantener el consumo en los siete años de vacas flacas.

Los gobiernos tienen en su mano la sabiduría bíblica: las políticas contracíclicas suavizan el ciclo. Pero la tentación suele prevalecer: algunos gobiernos exacerban los booms con políticas monetarias y fiscales expansivas, para ganar credibilidad, y también elecciones. Esto genera inflación y desequilibrios, y la recesión es casi inevitable en el mediano plazo. El ciclo económico es un ejemplo de la primacía de algunas leyes económicas frente al voluntarismo político.

La idea central de la gestión oficial es que el Estado Nacional deber ser el asignador de los recursos de la economía. El rol del Estado debe ser regulador, productor y redistribuidor, prestando bienes y servicios privados (y por supuesto bienes públicos) de mejor manera que el sector privado, por razones de estrategia nacional y de equidad. Las políticas monetaria, fiscal y cambiaria están al servicio de objetivos de crecimiento y de redistribución del ingreso. Si la inversión privada cae, el Estado nacional tiene la capacidad y la misión de reemplazarlos. Ergo, si el empleo privado no crece o cae, el Estado debe generar más empleo público.

La realidad es que con un Estado equivalente al 49% del PIB, la posibilidad de financiamiento del gasto luce más que compleja, y la exacerbación del ciclo en los años de abundancia parece imponer la “maldición” de la reversión del ciclo. Es la dismal science, la ciencia lúgubre, como Thomas Carlyle definiera la economía en tiempos de John Stuart Mill.

La imposibilidad de la política de doblegar las leyes de la economía se manifiesta en las crisis, donde la nueva agenda económica suele ser impuesta por la realidad. Argumentos como los “golpes especulativos de mercado” pueden ser efectivos en cierto imaginario popular, pero son carentes de sustento cuando la falta de coordinación de expectativas de la política económica es generalizada sobre las conductas de consumidores e inversores.

¿Cómo seguiría la macroeconomía?

Las anunciadas “fuentes” de la recuperación 2013 no se verifican con tanto vigor. Brasil crece poco (0.9% en 2012 y se espera apenas 2.5% para 2013), la cosecha argentina 2013 estará lejos de los 108 millones de toneladas estimados inicialmente, la Unión Europea sigue en crisis, y los Estados Unidos se enfrentan a un ajuste fiscal elevado, de no mediar un nuevo acuerdo entre demócratas y republicanos, que desacelerará su demanda interna y el comercio mundial. Por ende, China y Asia Pacífico crecerán menos.

En cuanto al consumo interno, está limitado por la demora en las paritarias y la mayor inflación. Queda la obra pública nacional, en un año electoral. Los pronósticos 2013 apuntan a un crecimiento del PIB del orden de 2 a 2.5% anual, con una inflación observada de 28% anual, quedando para 2014 un arrastre estadístico menor a uno. Así, el escenario base de mediano plazo es de estanflación. Esto implica un estancamiento económico, en alguna medida similar al observado en el período 1987-1988, pero sin horizonte de hiperinflación ni corridas financieras por el momento.

La tendencia de estanflación está dominada hoy por dos factores de mediano plazo: una inercia negativa del stock de capital y la destrucción lenta pero sostenida de puestos de trabajo en el sector privado. Los efectos sociales no son neutrales, pero aparecen todavía lentos. Subiría la pobreza (el Observatorio de la Deuda Social de la UCA ya registra 26,9%), pero también habría mayores problemas para todas las clases sociales, con consecuencias personales, familiares y de salud, como en todas las crisis.

Como no se percibe una crisis macroeconómica en el corto plazo que imponga otra agenda, es probable la continuidad de este esquema macroeconómico, profundizándose los desequilibrios macroeconómicos, con mayor incertidumbre, en 2014.

En suma, la actual situación macroeconómica manifiesta desequilibrios de carácter más permanente que transitorio, lo cual parece sugerir una nueva organización macroeconómica, que genere un shock de confianza. Una macroeconomía en equilibrio implica políticas monetarias, fiscales, cambiarias y de ingresos convergentes hacia objetivos de estabilización de precios y crecimiento sostenido, con creación de empleo privado. ¿Podrá la actual administración hacer un cambio drástico de su modelo estatista e interventor? La imposibilidad de la política de doblegar las leyes de la economía se manifiesta en las crisis, donde la nueva agenda económica es impuesta por la realidad. El horizonte de crisis puede evitarse, pero una nueva coordinación de expectativas parece requerir un giro de 180 grados no sólo en la política económica, sino también en la forma de concebir la relación del Estado con la sociedad argentina y con el mundo.

9 Readers Commented

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  1. Juan Carlos Lafosse on 8 mayo, 2013

    Efectivamente en todos los aspectos de la vida las expectativas del futuro son un factor importante en las decisiones que se toman.

    Pero como no existe la bola de cristal, en materia económica muchas expectativas son fabricadas con información que ofrecen terceros que tienen intereses directos, que no explicitan. Así se puede ver a personajes mediáticos, que no resistirían ningún análisis de sus predicciones anteriores, pronosticando con dos dígitos de precisión un futuro negro o del color que les convenga.

    En este artículo aparece la pretensión neoliberal de presentar a la economía como una “ciencia dura”, que como tal sometería a la política: “La imposibilidad de la política de doblegar las leyes de la economía se manifiesta en las crisis, donde la nueva agenda económica es impuesta por la realidad.”

    La realidad es exactamente al revés, es la política la que debe analizar los costos sociales y humanos y tomar las decisiones, usando a la economía como herramienta. En la frase también aparece el viejo y falaz argumento del “imposibilismo” que tanto daño causó a nuestro país y tanto dolor a sus habitantes.

    Quien quiera comprender como funcionan realmente la política y la economía puede leer “La depresión del Excel” de Paul Krugman, muy ilustrativo, en http://economia.elpais.com/economia/2013/04/19/actualidad/1366398440_370422.html

    El Papa Francisco en Septiembre de 2009 dio una conferencia sobre “Las Deudas Sociales” donde dijo: «La ‘deuda social’ exige la realización de la justicia social. Juntas, nos interpelan a todos los actores sociales, en particular al Estado, a la dirigencia política, al capital financiero, los empresarios, agropecuarios e industriales, sindicatos, las Iglesias y demás organizaciones sociales.

    Pensemos que, según distintas fuentes, hay aproximadamente ciento cincuenta mil millones de dólares de argentinos en el exterior, sin contar los que están en el país fuera del circuito financiero, y que además los medios de comunicación nos informan que se van del país aproximadamente dos mil millones de dólares más por mes.

    Me pregunto, les pregunto: ¿qué podemos hacer para que estos recursos sean puestos al servicio del país en orden a saldar la ‘deuda social’ y generar las condiciones para un desarrollo integral para todos?»

    Este primero de Mayo pidió también que todos se esfuercen solidariamente en crear empleo, «fuente fundamental de dignidad para el hombre». http://www.vis.va/vissolr/index.php?vi=all&dl=96edd476-e54e-94af-3960-51824fe61af1&dl_t=text/xml&dl_a=y&ul=1&ev=1

    Hoy tenemos la oportunidad, ¿responderemos todos los católicos a estos llamados del Papa?

  2. Roberto O'Connor on 22 mayo, 2013

    Aclarando de entrada que creo no ser pariente del autor de la nota, pregunto con sinceridad (ya que no soy del ámbito de la economía), si al análisis brindado no habría que enriquecerlo con algunas otras categorías.
    Dado que pareciera que los actores principales fueran Gobierno vs. Realidad, ¿no hay otros actores en aquello que llamamos «realidad» o «leyes de la economía»? ¿Qué intereses están y no se nos muestran?
    Por ejemplo, ¿cuánto se compra de dólar blue, y hasta dónde es relevante? ¿o quien lo usa para cotizar lo hace porque pretende justificar ganancias que no serían posibles transparentando las reglas de juego?
    ¿Cuántas y cuáles son las empresas que se reparten la mayor parte de la torta del consumo, y que están en condiciones de fijar precios? ¿O debemos seguir creyendo que los precios se siguen fijando en términos de Gobiernos vs. Realidad?
    ¿Hasta donde estas leyes no son repeticiones académicas de los intereses del capitalismo, que sigue extendiendo la desigualdad bajo la promesa de la movilidad para todos y todas?
    No pretendo ser insidioso, pero estas preguntas no me dejan tranquilo a la hora de pensar un futuro en común, con crecimiento y reparto para todos, y no para pequeños grupos que monopolizan la producción de alimentos, por ejemplo.
    Roberto O’Connor

    • Juan Carlos Lafosse on 23 mayo, 2013

      Estimado Roberto O’Connor,

      Sus preguntas son más que pertinentes y correspondería al menos mencionar los factores que señala. Solo criticando errores y fallas del gobierno, el cuadro es muy parcial.

      Pero el artículo sigue el esquema standard del pensamiento neoliberal: «inevitablemente» el Estado tiene que seguir las políticas que indica «la economía ortodoxa», porque si no vendrá el apocalipsis. Por eso siempre emiten pronósticos sombríos que generan miedo, aunque llevan 10 años sin acertar. Y se esfuerzan para que sus «análisis» se cumplan: el senador Sanz aclaró perfectamente que «necesitan» que nos vaya mal para no perder las elecciones. Incorporar esta patriótica idea permite tener una explicación más realista de lo ocurrido con el dólar ilegal por ejemplo.

      En este pensamiento, todas las culpas de todo caen sobre este Estado y los demás actores «dirigencia política, capital financiero, empresarios, agropecuarios e industriales, sindicatos, Iglesias y demás organizaciones sociales» que menciona directamente Francisco son seres impolutos que siguen las inexorables «leyes del mercado» porque creen sinceramente que así contribuyen al bien común….

      No parece que las declaraciones de Francisco que he citado hayan generado interés en la revista y sus lectores. Será que son preferibles las palabras de un Papa cuando habla de temas más «doctrinales» y por eso Criterio dedicó un artículo importante a la traducción de la fórmula de la consagración.

      Cordialmente,
      jc

      • Roberto O'Connor on 26 mayo, 2013

        Una perlita nueva es que, no sin cierto esfuerzo, me detuve a leer no sólo el primer informe del «Barómetro de la Deuda», sino el segundo, en el cual queda más que claro que, si el Gobierno no hubiera implementado políticas sociales de contención (asignación unuversal por hijo y subsidios para madres con más de 7 hijos), la situación sería mucho peor para las clases más marginadas.
        Esta parte del informe, que sería más favorable al Gobierno, no la he visto mencionada en ningún medio de comunicación.
        Lo que me sigue dando que pensar sobre los motivos por los que se escribe.

        • Juan Carlos Lafosse on 28 mayo, 2013

          Estimado Roberto O’Connor,

          Muy buena observación la suya, pero hay un «relato dominante» muy potente y de muchísimos años que impide ver datos y considerar opiniones cuando son diferentes, vengan de donde vengan.

          Hay quienes piensan sinceramente que el planeta entero puede alcanzar un equilibrio sin pobreza y con justicia basándose únicamente en «la confianza de los inversores» y “el mercado”. Estas convicciones conviven con una realidad de inequidad y de desempleo crecientes sin causar ruido gracias a una serie de artefactos mentales que terminan más pronto que tarde en el clásico «son pobres porque quieren».

          Ocurre que tragedias como el desempleo o el hambre, solo se ven en las planillas excel como un porcentaje, no son personas que sufren. Así, fantasías como el «goteo» se transforman mágicamente en «derrame» y – aunque nunca haya ocurrido en la historia – siguen creyendo en que algún día llegará si insisten lo suficiente.

          No muchos leyeron completos los informes como Ud. lo hizo, efectivamente son pesados. La AUH no se comprende porque no se está cerca de sus destinatarios. Ni siquiera el Observatorio capta el enorme poder de ordenamiento que tiene recibir sumas fijas en días fijos, esa capacidad de dar previsibilidad, futuro y esperanza que va más allá de lo que se pueda comprar con ese dinero. Son vistos como «subsidios para vagos, hechos con mi plata» que deben terminarse cuanto antes, algo provisorio en el mejor de los casos. Dicho además desde un puritanismo que lleva a decir incluso que se gasta en droga y alcohol o que las adolescentes se embarazan para cobrarlo.

          Y entonces el discurso termina lleno de odio, que no otra cosa son muchos de los términos y el tono usados. Algo hay de inseguridad también, porque la realidad no encaja con el marco de su pensamiento y menos con sus deseos. Y hay quienes utilizan estas visiones crispadas en beneficio de sus ambiciones, económicas y políticas.

          Yo espero que el Papa Francisco pueda ayudar a modificar estos marcos rígidos, su pensamiento social está anclado en quienes más lo necesitan.

          Pero hay riesgo de que no se difunda su visión porque no encaja en el esquema dominante. Ayer el New York Times publicó un artículo aparentemente laudatorio, pero que ya insinúa que sus ideas están muy cerca de la Teología de la Liberación a la cual tilda de marxista y en Forbes hace alrededor de un mes ya dijeron que «no es capitalista», impensable!. Quieren un Papa que no intervenga, así como el Estado, en los negocios, que no hable de crisis éticas ni del becerro de oro.

          Comentará Criterio sus mensajes sobre la pobreza y la desocupación? O sus preguntas sobre las fugas de dólares en Argentina?

          Cordialmente,
          jc

      • benjamin on 5 junio, 2013

        la única solución factible para mejorar
        esta realidad es comprometiendonos
        como cristianos a cambiar con nuestros
        hechos y nuestra conducta lo poco que
        podamos en nuestro entorno más
        cercano.viendo a jesus en cada uno de
        nuestros hermanos y preguntandonos
        ante cada decision qué haría jesus en
        nuestro lugar.

  3. Juan Carlos Lafosse on 29 mayo, 2013

    Esta es la realidad del mundo, la que no aparece en las planillas de cálculo.

    Esto es lo que produce cuando se sujeta la política a las «inevitables» leyes de la economía. Más inequidad, injusticia y sufrimientos.

    Lo que los grupos de poder imponen como «ciencia» a través de sus medios de comunicación, sus institutos «de investigación» y el control férreo de los temas «aceptables» en el mundo académico.

    Que siempre tienen a mano un artículo o libro que dice lo que quieren oír los dueños del mundo y el resto simplemente no se publica, tal como ocurrió con las conclusiones «inconvenientes» del informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.

    Reparar en la frase del Papa Francisco, que repitió varias veces en la vigilia de Pentecostés.

    Sin calificativos
    Por Bernardo Kliksberg *

    La verdadera crisis

    Save The Children informa (8/5/13) que un millón de niños mueren actualmente el mismo día que nacen. El 98 por ciento en países en desarrollo. En los países del Sahara africano hay sólo once doctores, enfermeras y parteras cada 10.000 habitantes, en lugar de los 23 imprescindibles para asegurar servicios de salud esenciales. El 50 por ciento de las mujeres no recibe ninguna asistencia experta en el parto.

    Pero no es solamente un drama africano. Una potencia económica como la India es la que tiene el mayor número de niños muertos el día de su nacimiento: 300.000 por año. Detrás están la altísima desigualdad y la falta de protección pública.

    Se sabe cómo reducir estas muertes totalmente evitables y otras similares. La diarrea infantil mata a 800.000 niños al año. Está especialmente ligada a la desnutrición, que causa inflamaciones intestinales que hacen muy difícil a los niños digerir alimentos.

    Con 50 centavos de dólar se puede dar a los niños una ración diaria con todos los micronutrientes que necesitan. Vacunarlos contra el rotavirus causante de muchas muertes por diarrea infantil cuesta 2,50 dólares por vacuna y un laboratorio hindú de genéricos está por producirla por un dólar.

    Los recursos no faltan, pero la desigualdad en ascenso inducida por la financierización especulativa del sistema económico mundial y las políticas económicas ortodoxas genera contrastes brutales.

    Una persona necesita 20 litros de agua potable diaria para tomar y asearse. Hay 900 millones que tienen menos de cinco litros. En EE.UU. se consumen diariamente 400 litros y en Europa, 200.

    El papa Francisco termina de resaltar: “Si caen las inversiones en los bancos es una tragedia. Pero si la gente muere de hambre o no tiene alimentos o salud, no pasa nada. Esa es nuestra crisis hoy”.
    La nueva sección

    El diario La Repubblica de Roma abrió una nueva sección: “Suicidios por crisis”. Informa de los nombres de los que se suicidaron bajo el impacto de las políticas de austeridad. La tasa de suicidios italiana creció 15 por ciento en los dos últimos años; la de Grecia 23, la de España viene aumentando.

    Uno de los suicidas, pequeño comerciante, dejó una nota: “No aguanto más pedir todos los días lo que me corresponde”. Reflejaba a muchos otros, ex integrantes de las clases medias acorralados por políticas que los dejaron sin fuentes de trabajo ni crédito, aumentaron los impuestos y los desalojan de sus casas.

    Los esforzados trabajadores de clase media, hundidos por ellas, sufren daños psíquicos severos, sus familias explotan, sus personalidades se desorganizan.

    Argentina conoce de estas realidades. “Menem lo hizo.” Bajo sus políticas de arrasamiento de la economía nacional, la tasa de suicidios subió de 6,4 cada 100.000 habitantes en 1995, a 8,4 en el 2000 y 8,6 en el 2001.

    Mientras para gruesos sectores ex clase media en Europa y 300 millones de jóvenes que están hoy fuera del sistema educativo y del mercado de trabajo el mundo se ha hecho un lugar muy difícil, para el uno por ciento más rico las oportunidades aumentan.

    The New York Times ironiza editorialmente (26/5/13) sobre la minimización de su pago de impuestos que han logrado algunas de las principales multinacionales.

    Con operaciones contables, por las que trasladan sus ganancias a paraísos fiscales mientras declaran sus costos en sus países sede, han reducido en cifras records sus contribuciones fiscales.

    Escribe el influyente Times: “General Electric alcanzó el cero perfecto en su pago de impuestos en Estados Unidos en el 2010. En realidad, GE tenía la reputación de tener el mejor departamento de elusión de impuestos del mundo hasta que Apple llegó con tácticas que le permitieron llevar 100 mil millones de dólares a Irlanda sin pagar impuesto sobre la mayoría en ningún lugar del mundo y aparentemente sin romper la ley”. Concluye: “El rampante evitamiento de impuestos de las corporaciones puede no ser ilegal, pero eso no lo hace correcto ni limpio”.

    Alguien paga. Según sus estimados, los impuestos a las personas y los salarios recaudaron 1,9 billón en el 2012, comparados con una suma mucho menor, 242 mil millones a las corporaciones.

    El secretario general de la OCDE, Angel Gurría, ha denunciado “la planificación fiscal agresiva” de grandes corporaciones que está restando importantes recursos a los gobiernos, en pleno recorte de sus inversiones sociales.
    Los cambios vienen del Sur

    La comisión investigadora del derrumbe de Bangladesh, donde murieron 1127 trabajadores y hubo más de 2700 heridos, cerró su informe oficial concluyendo que era “un homicidio culpable” y pidió cadena perpetua para los empresarios. Según verificó, un día antes del desastre, ante la presencia de gruesas grietas en los nueve pisos, tres ilegales, los operarios les habían pedido parar el trabajo y, sin embargo, los obligaron a volver y seguir.

    Una razón central por la que ello fue posible es que no había sindicato que pudiera hablar en nombre de los indefensos trabajadores. Con apoyo del gobierno los empresarios han perseguido los intentos de sindicalización entre los 4,5 millones de trabajadores textiles. Un activista sindical fue asesinado. Para pagar 38 dólares por mes se necesita que no haya sindicatos activos.

    En el Sur hoy hay políticas públicas que alientan y apoyan las organizaciones de trabajadores y la región tiene uno de los niveles de sindicalización más altos a nivel internacional.

    En países como Brasil, Argentina y Uruguay, entre otros, los movimientos obreros son actores fundamentales. En Argentina, Lula acaba de inaugurar con Cristina Kirchner la primera universidad de un movimiento sindical, la UMET.

    La combinación entre políticas públicas que hacen énfasis en la industria y la producción nacional, las pymes y lo social, movimiento obrero activo y empresas públicas nacionales que marcan caminos en responsabilidad social empresarial como YPF, es productora neta de oportunidades para las mayorías.

    Mientras en Brasil su presidenta denunció el falso rumor de que podía ser cancelado el gran programa social Bolsa Familia, que mejoró la vida de 11 millones de familias, y anunció que seguiría ampliándolo, en Argentina por decreto presidencial se aumentaron en un 35 por ciento los montos del mayor programa social de su historia, la Asignación Universal por Hijo, que cubre 3,5 millones de niños pobres.

    Al interior del programa, cuya ejecutoria por la Anses ha mostrado cómo se puede gerenciar con excelencia en el sector público, 100.000 de las mujeres más pobres beneficiadas están siendo capacitadas para incorporarse al mundo del trabajo a través de una iniciativa inédita, “Ellas hacen”.

    Los desafíos sociales pendientes en la región son múltiples y complejos, pero el 99 por ciento desplazado en gran parte del mundo tiene en el Sur motivos reales para la esperanza.

    * Presidente del Consejo Académico de la nueva Universidad Metropolitana de la Educación y del Trabajo (UMET).

  4. benjamin on 5 junio, 2013

    es triste ver como la historia de la humanidad se repite una y otra vez sin que se pueda vislumbrar un cambio de conducta en los protagonistas políticos,un verdadero despertar del corazón,olvidandose por un instante de sus propios intereses y pensando en el bien común.con compasión,con piedad.dicen que si leés los diarios por muchos años podés ver como se repiten las noticias.esto seguirá sucediendo mientra el valor más preciado sea el dinero.hasta dónde podremos llevar esta situación apremiante? cuándo despertaremos?!

  5. Juan Carlos Lafosse on 6 junio, 2013

    Veamos la opinión de Mario Bunge sobre la economía y su pretensión científica de enunciar «leyes inevitables»:

    P: En Europa hay ahora una crisis económica tremenda y es muy frustrante ver que los economistas no se ponen de acuerdo sobre sus orígenes y la manera de salir de ella. ¿La economía puede ser científica?

    MB: Puede serlo, y algunos autores han hecho economía científica, como Quesnay, que fue el primer macroeconomista, autor del famoso Tableau economique en el siglo XVIII.
    Dicho sea de paso, fue mucho más que eso, fue uno de los grandes anfitriones, en su casa se reunía la gente más ilustrada de su época para discutir cosas de todo tipo. Keynes fue su sucesor.

    P: El fundador de la macroeconomía…

    MB: Sí. Lamentablemente, los microeconomistas han estado repitiendo, refinando matemáticamente, lo que expusieron los microeconomistas hacia 1870, no hay absolutamente nada nuevo. Más aun, Milton Friedman se jacta de ello, en un artículo llamado Vino viejo en botellas nuevas. Eso demuestra, según él, que la economía es una ciencia. ¡Al contrario, lo característico de la ciencia es la renovación permanente!, a diferencia de la teología o las ideologías.
    El marxismo no ha evolucionado, como tampoco la teoría económica estándar. El pecado original de la economía estándar es que postula que los seres humanos se comportan de una cierta manera, de forma egoísta, tratando siempre de maximizar sus beneficios y jamás se les ocurrió poner la prueba empírica para experimentar ese postulado.
    Este postulado fue puesto a prueba empírica hace solamente unos 20 años, por la escuela de Daniel Kahneman (que, siendo psicólogo, ganó el premio Nobel de Economía) y la de economía experimental de Zurich.
    Y han encontrado que no es así, que la mayor parte de nosotros somos reciprocadores. No todos, pero las dos terceras partes. Es decir, que devolvemos y estamos ansiosos por devolver los favores que recibimos y por cooperar.
    Sin cooperar no se pueden armar sistemas económicos como una empresa. Este es el primer pecado. El segundo es la creencia de que la economía siempre está en equilibrio o muy cerca de él, y que si se aparta de él volverá automáticamente sin que se meta el Estado.
    Y eso no es cierto. En Estados Unidos estamos viendo que cada vez que una gran empresa entra en dificultades le pide préstamos al Estado.

    P: ¿La economía puede alcanzar un cuerpo indubitado de doctrina que nos diga cómo se sale de una crisis igual que la medicina nos saca de un resfriado?

    MB: Sí, podría, el problema es el postulado del equilibrio. Desgraciadamente, los economistas, con muy pocas excepciones, no reconocen la posibilidad de una crisis, la posibilidad de un desequilibrio entre la demanda y la oferta. Y al no reconocer la existencia de la bestia son incapaces de amaestrarla.

    La economía está en manos de charlatanes muy famosos, tales como Alan Greenspan, quien, cuando la crisis actual tocó fondo, en 2010, declaró que le había sorprendido mucho encontrar que los grandes empresarios y financieros no se comportaban tal y como predecía la teoría, es decir, de forma inteligente, como egoístas racionales, que es lo que le había enseñado la charlatana Ayn Rand, una persona que había sido su mentora, o mentriz, en realidad mentriz.
    Una mujer muy hábil que logró envolver a muchísima gente haciéndoles creer que lo principal era la libertad, cuando, como lo había proclamado la revolución francesa, lo importantes es la libertad, la igualdad y la solidaridad.
    Los tres ideales son alcanzables solo a la vez.

    http://www.jotdown.es/2013/06/mario-bunge-la-mayor-parte-de-los-filosofos-actuales-se-ocupan-de-menudencias/

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