Una lectura sobre la identidad y el patrimonio cultural de Cuba y de los cubanos a partir de visitas recientes.Cuba ha vivido un largo período de escasez y dificultades económicas. Primero fue el bloqueo, suavizado después por la época de colaboración con el bloque socialista. Luego vino el período especial tras la caída del bloque, hasta que apareció la alianza con Venezuela. En la actualidad –ante la situación mundial y el futuro incierto del país de Hugo Chávez– aparece de nuevo la dura escasez y la crisis económica.
Desde hace 52 años los cubanos viven estoicamente en la austeridad. Las primeras generaciones lo hicieron por el idealismo, por la revolución. Y siguieron algunas medidas para enfrentar la crisis. Pero el tiempo ha ido desgastando la esperanza de mejora.
En Cuba no se encuentra, como en otros países latinoamericanos, pobreza extrema y mucho menos miseria; el gran logro cubano ha sido abrir el acceso a los bienes básicos para todos. Pero se mantuvieron demasiado bajos los límites de la aspiración a una mejor vida hasta estrechar los sueños y desanimar los esfuerzos de crecimiento. En este momento el modelo hace crisis y se plantean cambios radicales para enfrentar la situación, lo cual genera pánico en una población que siente que sus pocas seguridades se acaban.
El impacto se da sobre todo en las nuevas generaciones, que no conocieron los duros tiempos pasados ni vivieron la experiencia revolucionaria como un triunfo propio. Sólo conocen la escasez prolongada y creciente y el impacto del consumismo exhibido por los turistas, las instalaciones para ellos construidas, el progreso de los emigrantes que regresan de visita y las oportunidades de negocios y buen vivir para los extranjeros que eligen radicarse en la isla.
Cuando la obsesión por la comida se vuelve tema omnipresente en toda conversación, cuando el deterioro de las viviendas llega a su límite y se convierte en la causa principal de divorcios, cuando el transporte requiere cada vez más tiempo y esfuerzo, cuando incluso se presiente que acaban las certezas (fin de la cartilla de racionamiento y del empleo asegurado) y los servicios se deterioran (educación, salud), las condiciones materiales atrapan la existencia y toda la energía, tiempo y creatividad se concentran en “resolver” las necesidades básicas. La obsesión por la supervivencia se va comiendo el día a día, que se vuelve monótono y sin horizonte. El goce de la vida se da sólo en instantes, no en procesos, y la esperanza se disuelve en la repetición de los ritos que permiten resistir. El carpe diem, aprovechar la oportunidad presente, se convierte en meta y termina por ahogarlos en la carrera desenfrenada por el placer instantáneo y pasajero. Y la rebeldía se vuelve sueño de consumo y de escape de esa geografía y esa historia: gran parte de la población vive en el anhelo de poder huir a la tierra de la abundancia, no importa a qué precio.
Lo ilegal se justifica por la necesidad. Pero cuando traspasa esos límites sigue justificándose, y la única ética existente es la del “sálvese quien pueda”. Se vive engañando, simulando, contradiciendo valores en los que todavía se cree pero no se practican, en la falta de transparencia y honestidad. El recurso del humor sigue siendo la manera de escapar de una realidad humillante.
El desborde popular ante el recorrido de la imagen de la Virgen de la Caridad habla de un espíritu desencantado, amargado con su suerte. Un pueblo cansado de esperar sale a buscar su salvación. Es posible preguntarse si al paso de la Virgen el pueblo siente la fuerza de Dios que lo anima y le da esperanza o si cumple el rito para volver a sentarse a esperar. Posiblemente la respuesta sea una mezcla de ambas posibilidades. El carácter masivo, emotivo, festivo, de movilización, indicaría que se trata de algo más que un rito de negociación.
En Cuba se da una ruptura de los espacios que habitan los afectos y el sentido más profundo de la vida: patria, familia y religión. El 14% de los cubanos vive en el exterior. Y la distancia no sólo son las noventa millas geográficas porque van cargadas de ideología, de la dificultad para perdonar las rupturas provocadas, del dolor por la imposibilidad del regreso. Hay muchas heridas que han quedado enquistadas como odio y aversión.
La distancia supone intentar borrar los tiempos vividos con familiares y amigos en la patria, comenzar la historia de nuevo, dejando atrás los procesos afectivos cotidianos. De alguna manera la identidad personal y colectiva ha sufrido y quedado herida, rota, con la familia y la patria dividida, espacial y afectivamente. Por eso es tan honda la amargura de la separación; y tan difícil, pero al mismo tiempo ansiada, la reconciliación. El dolor es compartido por los que se fueron y por los que quedaron.
Sin embargo, no es sólo negativo el panorama: hay logros y muchos. Cuba cuenta con un pueblo instruido, con capacidad para la construcción de la sociedad y para la reflexión: la mitad de la población tiene nivel universitario o técnico medio y otro 19% ha cursado el nivel preuniversitario. También la revolución se construyó sobre ideales ciudadanos en los que jugaba un papel muy importante la solidaridad. Aunque no todos lo hayan vivido y el tiempo y el desencanto la hayan desgastado, la solidaridad ha sido tema recurrente de educación, cultura y propaganda. Ser solidario es un valor importante en la sociedad cubana, que se expresa con los ideológicamente afines, y también como apertura generosa al otro que ha supuesto muchos sacrificios a la economía cubana y a los miles de cubanos que han ido en misiones al exterior y han dado realmente lo mejor de sí mismos a cambio de prácticamente nada.
Muchos de esos sacrificios han tenido su causa en la defensa de la dignidad frente al abuso y la opresión. Y para América latina, Cuba es símbolo de quien ha sabido plantarse con dignidad ante el más fuerte. Esa dignidad ha representado recuperación de la autoestima para poblaciones que la habían perdido por su marginación.
Otro valor cultivado ha sido la capacidad de resistencia. Es un pueblo que ha sabido transitar con dignidad el bloqueo o embargo y sus consecuencias, las limitaciones económicas y muchas trabas para la convivencia y la libertad. Esta capacidad se ha valido de otros recursos como el voluntarismo, la creatividad y la capacidad de tomar con humor las cosas más duras y las situaciones más humillantes.
La isla cuenta con recursos para enfrentar los desafíos del futuro inmediato, que se anuncia como de fuerte escasez y tensión, pero que puede estar también preñado de esperanza.
10 Readers Commented
Join discussionMe sorprende que la palabra libertad aparezca recién al final de la nota, y de un modo casi colateral. De acuerdo a lo que refiere el autor, lo importante es el anhelo de poder escapar de esa historia y esa geografía, que encadenan a la escasez, y corta la posibilidad de los sueños. Hacia la tierra de la abundancia, no importa cual sea el precio, incluso la pérdida de la vida en el intento.
La experiencia de los cubanos me parece algo tan intransferible como para opinar si pueden experimentar la fuerza de Dios que los anima y les da esperanza. No obstante, me arriesgo a pensar que no logran alcanzarla. Sí pienso que los puede movilizar el impulso vital, el deseo de vivir, que las personas llevamos inscripto en nuestra naturaleza.
Planteando su nivel de valoraciones, me parece que no se puede perder de vista el sentido de igualdad, de distribución de lo que tienen (¿justicia distributiva?), que no es precisamente la abundancia., la solidaridad, la dignidad para plantarse ante el bloqueo del más fuerte. Y viceversa, no, la cuestionabilidad ético-política de la medida implementada por el más fuerte. Haciendo una síntesis, quedan: la igualdad, la distribución, la solidaridad, la dignidad. No es poco.Pero el costo es elevadísimo, aún considerando los datos aportados en cuanto a los logros en materia educativa.
Hay un problema central, que es la ausencia de libertades, por causa de un gobierno dictatorial. Como contracara, no puedo dejar de preguntarme acerca de las libertades de nuestros pobres.No obstante, creo que se pueden buscar salidas o atenuantes a la pobreza.
A los dos extremos señalados en el título de la nota, entre el «deterioro» y la «esperanza», personalmente sumaría «el estancamiento» en el medio.
Gracias por acercarnos un poco la realidad humana de este pueblo. Y hacernos pensar.
María Teresa Rearte
Muy buena la nota sobre Cuba, pero podría hacerse desde esta revista un apelo al cese del bloqueo que no es ni cristiano y mucho menos humano.
Cómo me gustaría que esos «ritos Marianos»….no se quedaran en la frustración; existe una Inteligencia Superior….capaz de reversar esas experiencias negativas del pueblo cubano….?
Hasta cuándo hay que esperar para que se haga evidente, esa «justicia distributiva»…?
Cómo tener esperanza….en medio del deterioro presente que imposibilitan los sueños de libertad y de paz….?
Exc los artículos!
Muy buena nota. Comparto los comentarios y en particular el de Gustavo G. Me permito agregar qué hacen los diplomáticos para poner frento y alivio a la situación de necesidad permanente en la que se encuentra el pueblo cubano. Y qué hace la Iglesia para mejorar la situación? En lo personal, si me disculpan, hasta ahora he omitido viajar a Cuba, porque pienso lo mal que habré de sentirme disfrutando de sus playas y de sus langostas, mientras los que me sirven apenas si comen su ración de arroz. Deberíamos peticionar más a nuestras autoridades para que peticionen a favor de ese sufrido y querido pueblo.
Fidel Castro dijo, hace muchos años, algo así como que el comunismo no es la abundancia; sino la «repartición». Esa sería una forma de «justicia distributiva», dentro del régimen, que de hecho es una dictadura.
En el mundo libre en el que se supone vivimos, ¿cuál es la libertad que tienen los pobres, los excluidos? Los que dependen de un plan social. O los que revuelven las bolsas de residuos que otros descartamos, buscando algo que les sirva? ¿Cuál es la dignidad que tienen las personas a las que la presidenta de la Nación humilla con otra «repartición»: electrodomésticos, colchones, chapas, etc. en tiempos electorales? ¿Cuál es la dignidad de la población aborígen, particularmente de Formosa, con un gobernador perpetuado en el poder? Etc. No es necesario mirar a Cuba para ver la falta real de libertad y la negación de la dignidad humana, con un gobierno que obtiene resultados electorales «aplastantes».
Se trata de que otros entre nosotros sepan usar bien su libertad.
María
No he tenido la suerte de conocer ese glorioso país. Sin embargo creo objetivo y quizás, acertado, el análisis. Lo digo principalmente por la inteligente apreciación de causas, valores y recursos. Soy chileno, viví la bestia y entiendo lo que significa el enfoque generacional, sobre todo con la propiedad de los medios de comunicación, acá,, creo que no en Argentina. Resumiendo, triunfó el desgaste sobre lo material pero los principios se mantuvieron y no aparece causa noble (un impacto al pueblo como nación) para que las nuevas generaciones puedan entender y aceptar el costo de la dignidad de la nación cubana. Eso sí, ya está con estertores el león aguilado del norte, seguramente lo devorarán los cuervos que crió y eso puede ser una esperanza para retomar con mejores condiciones materiales. Partir en las escuelas escuchando versos de Martí es absoluta y esencialmente diferente a despertar escuchando el precio del petróleo y la moda en Europa. Viejo pero aún esperanzado.
Un abrazo
Leyendo sobre Cuba, me da mucha pena algunas respuestas ya que veo que están muy mal informados. Para Gustavo Grizzuti, si existe algo de LIBERTAD es por los pocos CRISTIANOS que se la juegan día a día, en un Gobierno INHUMANO que tiene a su pueble PRESO. Para Susana de Rosa, la Iglesia, ha salvado a muchos y recién a los exiliados que fueron a España y Chile. Para Bernardo de Chile, habla de ese Pueblo Glorioso, tiene razón ya que soportar un Régimen de esa naturaleza es porque DIOS les tiene preparado sin duda algo mucho mejor
He visto en varias páginas fotografías sobre la pobreza en Cuba, cómo viven, las restricciones, en realidad acá en Chile tuvimos la suerte de tener un General Pinochet, que entregó el cargo democráticamente por voto popular, incluso la votación fue obligada y se respeto, es cierto que hay detractores, pero si van creciendo los admiradores y no me cabe ninguna duda que con el tiempo sera un heroe mas, como toda revolucion hay muertos, ¿ o no han habido en Cuba?, pero demas esta decir que a Fidel ya le falta poco para morir, lo malo para el que ni Dios ni el Diablo lo quieren pues le tiene miedo a que a ellos les quite el puesto. Paciencia pueblo cubano, la democracia ya les llegara, junto con ello la felicidad de tener que comer, trabajo y posesiones individuales etc., E.E.U.U., cuando este caballero muera de seguro quitará el bloqueo y enviará mucho dinero, por estrategia debiera ser asi, por que de seguro la desesperacion de éxodo de Cuba a America, sera comparable con el pueblo israelita huyendo del Faraon en Egipto despues de las 7 plagas enviadas por Yave, solo que aca en este caso basto un solo asesino para tener sometido todo un pueblo, me cabe la curiosidad si estan muy vigilados, sometidos o miedosos, pues no hubo mayor alzamiento de protesta cuando llego el PAPA, aca en Chile quedo literalmente protestas, marchas en las calles, quemaron barricadas etc., somos valientes? y los cubanos cobardes? que ocurrió?
Hoy comi lo siguiente : Consome de pollo, 2do. plato 1/4 de pollo asado con papas fritas, ensalada de lechugas y tomates, con aceite de pepitas y aceite balsamico, pan con mantequilla, aji de pasta, mayonesa y quekchu americano, postre helado de vainilla con frutas de duraznos, acompañado con una copita de vino tinto merlot, luego un cafe con leche de bajativo, mientras miraba television en mi plasma de 50 pulgadas de pantalla, despues me vine a mi dormitorio, encendi mi otro plasma mas pequeño, agarre mi celular nokia y llame a varios amigos, mientras abro mi notebook, y escribo esto al encontrar esta pagina en internet, estoy conectado en mi casa recibiendo una señal excelente, viendo tv por cable, en mi cama se me sube uno de mis perritos mezcla de pudlu, mientras en el primer piso esta mi otro perro, un Golden retriver, y otro que no es de raza, lo recoji de la calle, pero es muy cariñoso, poseo 4 gatos, 10 peces, y termino de pagar mi casa este año, de 7, aclaro que soy de clase media a baja, resido en la comuna de Villa Alemana, region de Valparaiso, republica de Chile, y agradecido del General Pinochet., que mas puedo pedir al vivir en un pais capitalista?