En 2009 las donaciones representaron el 2,1% del PBI (US$ 1.000 per cápita) en los Estados Unidos. En la Argentina, con una economía en crecimiento, se dona muy poco: 0,04% del PBI (US$ 46 per cápita).El año pasado fue el peor para la economía de los Estados Unidos, desde la Gran Depresión. Por eso las donaciones registraron la mayor baja en dólares corrientes desde 1956, cuando Giving USA –la  más completa guía estadística– comenzó a editarse. Los aportes de 2009 serían de US$ 303.750 millones. En 2008, con la crisis acentuada, las donaciones descendieron según una primera estimación (CRITERIO Nº 2354, pág.576), pero legados inusualmente grandes, informados a último momento, las incrementaron 1,5% en relación a 2007 (US$ 315.080 millones). Desde 1956 los norteamericanos aumentan las donaciones en dólares corrientes, excepto en 1987 (-1,3%) y 2009 (-3,6%).

En dólares ajustados por inflación las donaciones crecen cuando no hay recesión y se reducen cuando la hay: la mayor caída fue en 1974 (-5,5%) por la recesión 1973-75; en 2009 se estima una  baja de 3,2%.

¿Por qué aquella fue más alta que la del año pasado, siendo que la actual crisis es mayor? Giving USA da un par de razones: en la actualidad hay más y mejores acciones de fundraising, ya que la gente dona mayormente cuando se lo piden; así el promedio de donaciones creció de US$ 1.323 por hogar (incluidos los que no donan) en 1974, a US$ 1.940 en 2009. Otra razón es el protagonismo de la mujer, que hoy conforma el 50% del mercado laboral y que con sus propios ingresos dona más que el varón y toma la mayoría –sino todas– las decisiones filantrópicas del hogar. A pesar de la crisis, los Estados Unidos es el país que más dona. Las contribuciones de 2009 equivalen al 2,1% de su PBI (en 1974: 1,8%) y la donación per cápita a US$ 1.000, índice no igualado en el mundo. La filantropía individual o familiar –en dinero y otros bienes, o en legados– representó en 2009, como es habitual, más de los cuatro quintos del total donado: 83% (US$ 251.210 millones). Los aportes en dinero y otros bienes fueron casi idénticos a 2008: US$ 227.410 millones; los legados bajaron 23,6% (ajustado por inflación): US$ 23.800 millones.

La incidencia de las donaciones individuales es muy importante. Incluyen dinero, títulos y valores, obras de arte y hasta ropa en buen estado a una entidad como Goodwill. En dólares ajustados por inflación, la reducción entre 2007-08 fue la más pronunciada desde 1956: US$ 14.000 millones. Sólo aumentaron US$ 90 millones entre 2008-09. Las donaciones de empresas y sus fundaciones crecieron 5,9% (ajustado por inflación): US$ 14.100 millones (US$ 4.420 millones de las  fundaciones). Si bien la mayoría e las compañías hicieron menos contribuciones, algunas de las más grandes –en particular financieras y farmacéuticas– aumentaron sus aportes; mientras que otras incrementaron las contribuciones en especies, menos afectadas por la recesión. Estas donaciones tuvieron su pico en 2005 (US$ 18.230 millones) por el tsunami en Indonesia  2004) y los huracanes en la costa del Golfo (2005).

Las donaciones de fundaciones no corporativas descendieron 8,6% (ajustado por inflación): US$ 38.440 millones. Aquí pesan las fundaciones familiares –más de 30.000– que aportaron US$ 15.410 millones. Sus recursos no provienen de dividendos de empresas como en las fundaciones corporativas, sino de un endowment und que da una familia y se acrecienta con inversiones y legados. La mayor fundación familiar es Bill & Melinda Gates Foundation, la institución filantrópica más grande del mundo, con un endowment fund superior a US$ 50.000 millones.

La mayor parte de las donaciones proviene de la filantropía personal y familiar. En 2009 los aportes de individuos, fundaciones familiares y legados fueron el 88% del total: US$ 226.610 millones.

Adónde van las donaciones Hace 55 años que las instituciones religiosas reciben la mayor parte de las donaciones. En 2009 un tercio del total (33,2%) fue a ellas: US$ 100.950 millones. El porcentaje viene disminuyendo desde el quinquenio 1985-89, cuando llegó al máximo (55,2%); en 1995-99 descendió a 41,2% y en 2005-09, a 36,4%. A pesar de la merma, en 40 años (1969-2009) las donaciones a congregaciones, obras misioneras, etc. aumentaron por encima de la inflación, con un crecimiento anual promedio de 1,7% (ajustado por inflación). El segundo sector favorecido es la educación, que en 1978 desplazó de este puesto a la salud: en 2009 recibió US$ 40.010 millones (-3,2% que en 2008). El porcentaje del total donado crece por quinquenio: 12,3% (1985-89), 13,4% (1995-99), 15,1% (2005-09).

Las fundaciones privadas comunitarias y operativas (no corporativas) obtuvieron para sus programas US$ 31.000 millones (-7,6% que en 2008). Su participación en el total crece rápidamente: 5% (1990-94); 10,5% (1995-99); 12% (2005-09). Organizaciones de ayuda comunitaria (bancos de alimentos, etc.) recibieron US$ 27.080 millones (+2,7% que en 2008) de donantes sensibles a la recesión; las de salud US$ 22.460 millones (+4,2%); las de arte, cultura y humanidades –en séptimo lugar desde hace más de una década– US$ 12.340 millones (-2%), y las de ambiente y fauna US$ 6.150 millones (+2,7%). La ayuda al exterior y asuntos internacionales interesan cada vez más. Se donaron US$ 8.890 millones (+6,6 % que en 2008) antes del terremoto de Haití (2010).

Los datos históricos indican que los aportes aumentan a medida que se recupera la economía; tras las recesiones demoran de 3 a 5 años en volver al nivel anterior. Otro dato: la mayoría de los donantes prosigue colaborando aun cuando su ingreso se resienta; las contribuciones pueden ser menores pero no se discontinúan. Hay estudios sobre el particular.1

Los voluntarios y las organizaciones

Un total de 62 millones de adultos trabajaron como voluntarios en 2008, según la Corporation for Nacional and Community Service. Este recurso fue valorizado por Independent Sector: el aporte de 8.000 millones de horas, a US$ 20,25 la hora, fue equivalente a US$ 162.000 millones. Quienes donan su tiempo y talentos son cada vez más a medida que se incrementa la población mayor de 18 años. En 2009 muchos de los millones de desocupados colaboraron como voluntarios. También el número de organizaciones de caridad crece, según el Internal Revenue Service (IRS): en 2000 eran 819.008; en 2004, 1.010.365; en 2009, 1.238.201.

En la Argentina

El país no posee estadísticas como las que publica Giving USA desde hace 54 años. Sería útil que una fundación hiciera un trabajo similar. En filantropía los argentinos estamos lejos de emular a países como los Estados Unidos, Inglaterra y otros. Hay empresarios que desarrollan filantropía por cuenta propia o a través de sus empresas, y miles de personas que donan a organizaciones como la Fundación Sales que en 1992, por primera vez, lanzó una campaña para que los individuos aportaran a la investigación del cáncer mediante tarjetas de crédito.

Nuestras donaciones registradas son muy pocas. Los empresarios suelen ocultar los aportes por razones de seguridad, para no generar nuevos pedidos o porque la riqueza no se percibe positivamente, lo cual dificulta la estadística. Un importante filántropo, Eduardo Costantini, presidente de Consultatio y creador del Museo Malba, expresó al respecto: “Siempre discuto con una persona que dona mucho. Mi tesis es que hay que mostrarse; la de ella es que hay que ocultarse” (La Nación, 15/10/10).

El último dato de la AFIP, de 2008, dice que ese año se donaron $ 530 millones (equivalente al 0,04% del PBI; donación per cápita: US$ 46). Sólo $ 156 millones dedujeron impuestos pues el fisco favorece pocos objetos filantrópicos; el 14% lo aportaron individuos y el 86% empresas, relación inversa a la norteamericana. En la Argentina se puede deducir hasta el 5% de la ganacia neta impositiva anual (antes el 20%); en los Estados Unidos el beneficio es mayor.

En la herencia, la ley argentina privilegia a la familia por encima de la comunidad: sólo se puede donar un quinto de los bienes al bien público; el resto lo reciben herederos forzosos (hijos, cónyuge, ascendientes). n los Estados Unidos se testa libremente. Allí, el impuesto a la herencia es alto (45%) por lo que muchos donan parte de sus fortunas para no dejarla al Estado; de aquí surgieron importantes fundaciones familiares. Una iniciativa original en la Argentina fue la creación, hace 10 años, de la Asociación de Ejecutivos en Desarrollo de Recursos para Organizaciones Sociales (AEDROS) que integran 250 fundraisers capacitados en el arte de obtener recursos. Ejecutan campañas exitosas aunque la mayor parte de las organizaciones no se valen de ellos por razones económicas, por ignorancia o porque son pocos.

 

1. K.Wu and M.Brown, An examination of persistence in charitable giving to education through the 2002 economic downturn, International Journal of Educational Advancement, abril 2010.

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  1. hago parte de una fundación y cualquier donación de alimento ropa u otro seria de mucha ayuda para las persona de muy bajos recursos y con familias numerosa que de verdad lo necesitan estaremos agradecidos. apoyamos a madres cabeza de hogar desplazados moto taxistas que son personas que luchan cada día para llevar un bocado de comida a sus hijos sin importarles su estado de salud ya que es difícil estar expuesto al sol todo el dia para lograrlo. y no lo logran total mente.

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