Desde Aquel apogeo –como titula Juan Archibaldo Lanús su libro dedicado a los años 1910 a 1939– a este momento transcurrió un siglo de variada fortuna para nuestro país en el mundo. El año 1910 significó un hito emblemático de optimismo, esperanza, confianza en el progreso, pero 2010 ya no es igual. La inseguridad por el futuro y la perplejidad ante las conductas y políticas de nuestro país son hoy las notas predominantes.

La Argentina de hace cien años tenía un lugar bastante definido en su contexto. Se debatió, durante casi todo el siglo XX, si en realidad esa posición había sido positiva, pero no hay dudas de que la Argentina obtenía ventajas notables de aquella adscripción a un área de influencia: la británica. Buena parte de la historia del siglo transcurrió en intentos de adecuación a los cambios posteriores a 1930, y la Argentina no ha sido exitosa en esa operación. Más aún: sigue en suspenso cómo lidiar con este presente, tal como sucedió durante el último medio siglo.

En el primer tercio del siglo XX nuestro país vivió entre la inercia de una pertenencia conveniente, aunque luego fuera muy discutida y hasta renegada, y la perplejidad ante su conclusión, durante la segunda guerra mundial. Las generaciones dirigentes de entonces no vieron con claridad los signos de los tiempos, y dejaron una pesada herencia que los sucesores tampoco resolvieron. El resultado, parafraseando a Machado, es el país “que pasó y no ha sido, ese que hoy tiene la cabeza cana”. No hemos resuelto –reconozcamos que toda la sociedad y no sólo la dirigencia– qué posiciones, conductas, ideologías y políticas son las adecuadas a los fantásticos y arrolladores cambios que sobrevinieron y continuarán.

La metáfora del tren perdido, tan común entre nosotros, es correcta. Cuando los famosos trenes están por partir percibimos lo bueno que sería abordarlos, pero siempre nos falta la decisión, la sabiduría y hasta el coraje para hacerlo. La consecuencia es que se le adjudica más de ochenta años de continuidad a la decadencia –otra metáfora–, desde la crisis de los años 1930, es decir, cuando se produjo la primera gran ruptura del orden que nos duraba desde la segunda mitad del siglo XIX.

Es fácil ver que la posición y la adecuación de nuestro país en el mundo –y no a la inversa– no es motivo de ningún debate político, tal como casi nunca lo fue. ¿Podemos recordar debates famosos tanto parlamentarios como en los medios desde el fin de la segunda guerra? Más penosa aún es la actitud francamente aislacionista, de rechazo, de sospecha y de indiferencia ante el mundo que prevalece en la clase dirigente, no sólo la política, también las demás. A veces se asume que el mundo nos es hostil, amenazante, negativo. Otras, hemos caído en la fantasía opuesta, creyendo ingenuamente que pueden hacerse concesiones a cambio de nada. Esa actitud de “vivir con lo nuestro”, para adentro, prescindiendo de relaciones verdaderamente relevantes con el mundo, no se reduce a lo económico.

Sin embargo, ese rechazo tiene un contraste, un opuesto: la admiración, y hasta la envidia, por sociedades que han estado detrás nuestro hace un siglo –o apenas medio siglo, hacia los años sesenta– y que hoy nos sacaron mucha ventaja. Vivimos la frustración de la decadencia relativa con perplejidad, como incomprensible, pero sin hacer el esfuerzo de analizar las razones con realismo y coraje. Sabemos que nos falta una política exterior consistente, pero no constatamos que nunca la tendremos sin primero resolver el intríngulis político hacia adentro, condición sine qua non. Fueron varios los trenes perdidos pero al menos ya no discutimos, como sucedió con la generación precedente, cuestiones tales como la “identidad”. No tiene que ver con que las hayamos resuelto –en realidad, estos temas difícilmente se cierren– pero, gracias  

Dios, ya no nos ocupan tanto. Es un progreso. El “problema” no existía. Algo ganamos en madurez: los análisis y posiciones son un poco más realistas que hace dos o tres décadas, más a tono con los tiempos. Aún así, no alcanza. Es necesario dar un salto cualitativo. La política exterior no puede depender de avatares caprichosos ni de algunos iluminados que decidan en solitario. Debe ser motivo de un serio debate y de un consenso básico. Además está obligada a acertar: no le queda más margen de error. El siglo XXI puede llegar a ser tanto o más peligroso que el XX, pero esta vez la Argentina no puede equivocarse y salir indemne, una vez más, de sus reiterados errores de juicio.

Por último: todo del mundo, sin excepción, debe interesarnos. Una de las mayores y más dañinas falsedades que se han instalado en el imaginario colectivo es la que pretende que la Argentina no tiene por qué “meterse” en ciertos temas. Por el contrario, la envergadura de nuestro país, sus intereses, son –o deberían ser– considerados globales, en nada inferiores, por ejemplo, a Brasil. La Argentina debe reafirmar –en el pasado lo hizo– que está dispuesta a involucrarse en todas las cuestiones y con todos los actores.

5 Readers Commented

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  1. Pedro López Azcuénaga on 9 noviembre, 2010

    Nos encontramos con un país, el nuestro, que
    es multifacético, cosmopolita, el cual se ha ido
    surtiendo de variables en cuanto a las situaciones
    que le ha tocado vivir.
    Desde el momento en que de algún modo, Inglaterra
    favorece la independencia nuestra, de España, hasta
    la consecución de magníficos ferrocarriles, los cuales
    cumplían un rol importante en la comercialización de
    productos, que se exportaban, etc.
    Y la gran producción de granos y carne, que colocaban
    a Argentina en un lugar importante en el mundo.

  2. carlos acevedo on 7 abril, 2011

    Los argentinos somos unos ignorantes, tanto que nos reímos de nuestros problemas. Queremos un país mejor pero para eso tendrían que exterminarnos a todos y volver a empezar.

  3. experuchus on 21 junio, 2011

    Nadie envidia al Perú, lo que pasa que Perú es un país pobre y lleno de gente ignorante y narcisista, lo único q los peruanos causan en los demás países es rechazo en lugar de admiración, por el simple hecho de q siempre digan q son un país muy rico en recursos, q tienen petróleo,gas,cobre,oro,agua,minerale­s,k machupichu es la mejor maravilla del mundo k todos los gringos del mundo se mueren por visitar su país, por su gran marca llamada Perú, etc,etc,etc. pero ¿dónde está toda esa riqueza? Con más de un 30% de la población viviendo bajos los niveles de la pobreza,porque su bolsa de valores cayo 12 % con Humala y los inversionistas se están yendo de Perú, porque tienen inflación, porque sube la gasolina, el pollo, el azúcar…porque 100 soles ahora en el 2011 vale menos que el 2008, porque hay huelgas en Puno, porque hay tantos ladrones y pandilleros, porque no tienen metro como las grandes y modernas ciudades del mundo como Tokyo, Londres, París,Berlín… Porque Chile es dueño de casi medio Perú, no demuestran lo q dicen ser…..seguro que ahora vendrán con el cuento de siempre! Que el Perú avanza, que el Perú es un mendigo sentado en un banco de oro y bla! bla! bla! las mentiras de siempre ,su gobierno manipula las estadísticas haciéndoles creer que están bien, no sólo manipulan las estadísticas sino la prensa para hacerles creer que están en progreso cuando la verdad es otra hay pobreza extrema desempleo e inflación y los inversionistas nacionales y extranjeros sacan su plata de Perú, que casi todo el Perú vive de créditos y deudas y no saben cómo pagar a fin de mes, les embargan los bancos y no tienen estabilidad laboral ah! Y porque Perú tiene inflación y el terroroismo está volviendo con más fuerza, porque la economía es débil y ficticia.

  4. horacio bottino on 22 junio, 2011

    Carlos acevedo, argentinos, somos unos ignorantes,si lo dice usted que es a quien más conoce, ¿en esa ignorancia no estará el querer ser más que Videla y matar a todos? Porque si cree realmente que es así como usted es el primero que se descubre ignorante y quiere matar a los ignorantes debe empezar por suicidarse. Menos mal que están los sabios como Brasil, que tienen 1.100 favelas y necesitan el ejército para combatir el narcotráfico,que veo que son racistas en la política ¿dónde están los políticos negros como en EEUU? Que dejaron que le destruyeran el pulmón del mundo,el Amazonas, que el sur en Río y San Pablo está superpoblado y el norte poco poblado, como la Argentina, con Buenos Aires y el interior, que fueron amigos de Irán, o como los chilenos, que reprimen a los pueblos originarios donde hay más diferencia entre ricos y pobres que en la Argentina, que casi no juzgaron a nadie por la dictadura de Pinochet y muchos lo apoyaron y apoyan y siguió siendo senador y no sé si reformaron la Constitución que él reformó, que la Concertación se rompió en mil pedazos,que Mujica busca reconciliación sin verdad y justicia, que EEUU es el mayor consumidor del mundo de drogas,que cree que se resuelve militarmente en Colombia,que todavía siguen torturando en Guantánamo,que sigue la guerra absurda de Afganistán, que se produjo una crisis económica más grande que la del 30 para el norte, que no se juzgó a los responsables internos de la falta de prevención y seguridad por las torres gemelas, que se burlaron de la soberanía de Pakistán y asesinaron en su territorio a Bin Laden, ¿qué hubiera pasado si alguien entra a EEUU y mata un terrorista burlándose de la soberanía? Que dejaron peor Irak que como la encontraron,que mintieron sobre las armas químicas, fueron por el petróleo,QUE ESTÁ ALIADA A LAS DICTADURAS DE CHINA Y ARABIA sAUDITA,Y LOS CRIMINALES DE LOS DISTINTOS GOBIERNOS DE ISRAEL,QUE GASTAN MÁS EN GASTOS MILITARES QUE EL RESTO DEL MUNDO, QUE MANTIENEN EL ABSURDO BLOQUEO A CUBA, QUE ASÍ LA DICTADURA CUBANA SIEMPRE TIENE LA EXCUSA DEL BLOQUEO Y SE RETRASA ASÍ LA DEMOCRACIA REAL,o la indignación en Europa, la crisis que tuvo España, el aborto legalizado en el Norte, que tienen a Berlusconi, el FMI, la CIA, la secretaría de estado de H. Clinton que espía a todo el mundo,que no condenaron el golpe a Honduras, que está la crisis de Grecia, Portugal, etc, que está el dictador Berlusconi,que la OTAN va por el petróleo en Libia,no importa si hay dictadura, ni le importa el pueblo de Libia¡ LO IMPORTANTE ES EL PETRÓLEO!

  5. Osvaldo on 22 junio, 2011

    Hay mucha razón en el comentario de Bottino, Muy buena la respuesta al comentario anterior.

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