“Nada más tengo que decir sino obedecer a mi Ángel: entregar por escrito, en letras de molde, un crecido lote de testimonios que han leído mis ojos o han captado mis oídos”. Son las palabras del hermano Roberto, quien en el prólogo nos acerca la vivencia personal a partir de la cual nace este libro.

 

A través de sus páginas el autor nos pone en contacto con diversas experiencias recogidas a lo largo de su vida como religioso, y que expone en forma de testimonios, desde los cuales Dios nos habla, como él mismo gusta decir, a la inteligencia y al corazón.

 

Entre ellos encontramos ejemplos de conversión a la fe, ya sea a partir de situaciones límite, o gracias a la acción generosa de algunos hombres y mujeres que impactan fuertemente en quienes viven lejos de Dios; así como también ejemplos de actitud cristiana ante el dolor y ante la soledad del que sufre. Se destaca la importancia de la catequesis, de la educación en la fe, aun cuando no se vean inmediatamente los frutos. Otros casos nos invitan a reflexionar acerca de la dignidad de la mujer, el valor del cuerpo, la fuerza transformadora del amor, la manifestación de Dios a través de la mujer que da testimonio de su Palabra con su vida. En otras historias se pone de manifiesto cuál es el modo de ayudar que dignifica al que es ayudado; así como el valor de la santidad: “los santos están para dar testimonio de la gran dignidad del hombre”. Algunos testimonios se refieren a cuestiones que siempre debatimos, como la síntesis entre la vida profesional y la fe, síntesis que se muestra en la transmisión de los valores cristianos: el respeto por la persona humana, la generosidad en la entrega, el cuidado de la profesionalidad, la perspectiva trascendente; el aborto desde la vivencia de una mujer y la de un médico abortista, quien desde su conversión puede finalmente decir: “Yo creo que cuando se permite el aborto, se está autorizando un acto de violencia mortal, un acto deliberado de destrucción de una vida humana, se permite cometer un crimen”. Aquí se muestran los argumentos más escuchados al respecto, expuestos con mucho realismo y actualidad. No faltan, por cierto, los testimonios acerca de la fuerza transformadora de la oración confiada en la sabia Voluntad de Dios. En otros pasajes podemos ver cómo el mensaje de Cristo entra en otras culturas; así también hay ejemplos de evangelización, como el del cura Brochero quien, desde su entrega cotidiana, para que la palabra llegara a todos los hombres, se hizo uno con ellos, vivió con ellos y como ellos, les habló en su propio lenguaje y salió a su encuentro.

 

Encontraremos también testimonios históricos de nuestros próceres: Saavedra, Brown, San Martín, Dorrego; de santos y beatas como Teresa de Lisieux y Laura Vicuña; de personalidades de la cultura como Borges y Edith Stein.

 

El libro trata de vivencias reales, todas ellas conmovedoras, que, desde el corazón, convocan a la reflexión. Interesa a todos aquellos que buscan enriquecer su vida espiritual, ya sea acompañando la oración o como libro de meditación. Tiene posibilidades de aplicación en la catequesis, ya que está constituido por lecturas cortas, que pueden realizarse en el tiempo de una clase, estimulando el diálogo y el pensamiento.

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