Tres silencios hondos

Un acercamiento a lo vivido en la Semana Social 2017, que se desarrolló en Mar de Plata del 23 al 25 de junio, obliga a detenerse en algunas intervenciones que lograron sorprender, informar y conmover.

Ababacar Sow nunca soñó con dar testimonio en una Semana Social. Sin embargo, en su última edición, lo hizo invitado por el Programa Nuevos Dirigentes que lleva adelante la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS) desde el año 2007 (1). Formó parte del panel que convocó en torno al tema “Movilidad Humana y Migrantes en Argentina. La situación de los migrantes en el marco de la cultura del encuentro”.
Este joven senegalés de 26 años (hijo menor de una familia con varios hermanos quien, al fallecer su padre, asumió la responsabilidad de su manutención ya que la madre, por tradición, no había trabajado jamás) logró el primer gran hondo silencio que se viviría en este evento que organiza la CEPAS junto con el Obispado de Mar del Plata. Su historia de desplazado de su país natal por razones económicas y laborales en busca de mejores oportunidades lo lanzó primero a Gambia, Guinea y Guinea-Bisáu, limítrofes con Senegal, luego al Brasil y de allí hizo nido en la Argentina (“Yo elegí ser argentino”, dirá), donde actualmente trabaja en la Defensoría General de la Nación.
Su relato develó el desconocimiento casi absoluto que, como argentinos, tenemos de esta corriente migratoria que ha anclado en varias provincias de nuestro país (2): en Senegal conviven en armonía el 95% de musulmanes con el 4% de cristianos; pero el 54% de la población senegalesa no tiene empleo formal, lo que constituye el principal motivo para la migración de sus connacionales. Tocó las almas y movilizó al auditorio: en la Argentina muchas veces estos inmigrantes son víctimas de discriminación e incomprensiones. “El racista es un ignorante que tiene miedo de conocer nuevas personas, nuevas culturas”, desgranó despertando aplausos y adhesiones.

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En el 2014 ya había participado en el Semana Social en el panel “Principales desafíos para el desarrollo integral desde la mirada pastoral de Francisco” denunciando que decenas familias comían y vivían en un basural de las afueras de Mar del Plata, ciudad apodada hace décadas como La Feliz: “Hay 200 seres humanos revolviendo la basura. Ya han muerto varios niños mientras se amasan fortunas con casinos y prostíbulos. Hay muy poca intervención de funcionarios provinciales y municipales. Después de hablar de habitantes a ciudadanos pasemos de ciudadanos a pueblo. Tenemos que tener patria, pueblo, barrio y trabajo con derechos. A nosotros, Francisco nos enseñó que hay que luchar y tratar de decir estas cosas. Les pedimos que nos ayuden: hay un sector muy abandonado que necesita del movimiento obrero, que es el hermano mayor y tiene que hacerse cargo de su propia carne, que se fue quedando en el camino donde el trabajo digno y decente dejó de ser una alternativa”.
Es el mismo Juan Grabois que en la Semana Social 2017 desnudó una situación de injusticia: “Estoy un poco triste. Hace un rato enterramos a Daniel y Alexis y el tío de uno de ellos, que se llama también Daniel. Son de un barrio muy pobre. Se calefaccionan con madera y querosén. Estas muertes fueron por falta de suministro eléctrico. Y no se enteró nadie. En 10 días se murieron 9 chicos de la villa y nadie se enteró. ¿Qué hubiera pasado si estos chicos vivían en Recoleta?”. Hondo silencio ante el auditorio ubicado en el Salón Atlantic del Hotel 13 de Julio del sindicato de Luz y Fuerza.
Y sin cosmética afirmó: “Nos llama la atención la debilidad de las reacciones frente a este recrudecimiento y profundización de la cultura del descarte. Va a ser muy difícil que avancemos hacia una cultura del encuentro si no reconocemos que estamos en una situación muy mala. Dialogar no es sentarnos a charlar. [Los argentinos] no estamos haciendo lo que nos está pidiendo el Papa. Estamos yendo para otro lado: La debilidad de nuestras reacciones y esa ‘tolerancia’ frente a los ataques constantes que recibe Francisco… Jorge Lozano, Carlos Acaputto, Oscar Ojea nos ayudaron mucho pero sigue siendo poco”. Silencio en la sala.
Grabois tiene 34 años, es abogado y asesor del Pontificio Consejo Justicia y Paz (3). Más allá de su postura política, el contenido de sus denuncias es absolutamente comprobable.

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Cuarto Panel, última jornada. Tema: “Testimonios encarnados de la Amistad Social”. Se habló de Alzheimer, de los femicidios y de la transformación del deseo de venganza en lucha por la justicia, el derecho al trabajo, la trata de personas, inclusión de personas discapacitadas en el mundo laboral, seguridad, el ingreso de las salas de juego en las sociedades del interior de la Argentina. Elijo un testimonio, el que ahondó profundamente el silencio. En el video se ve a un joven discapacitado motriz que sale en busca de su primer trabajo. Es licenciado en Informática. Una y otra vez es rechazado por sus limitaciones corporales. Se plantean varios casos parecidos más. Así presentó Gabriel Marcolongo el portal de empleos para personas con discapacidad inclúyeme.com
“Hay un muro con el que se encuentran las personas con discapacidad para encontrar trabajo en América latina, donde el 10% de su población son personas con discapacidad. La tasa de desempleo de este 10% es del 73%. En inclúyeme.com hacemos simple la contratación de personas con discapacidad. Creamos una empresa con un fin social. Ayudamos a dar oportunidades y a captar talentos. Algo que aprenden las empresas es que ser distintos nos hace mejores”, enseñó con claridad, y contó qué lo llevó a iniciar esta empresa a la que nadie (¡nadie!) le pronosticó el éxito que tiene en la actualidad: “Si ven algo que les duele, como dijo el Papa, ‘hagan lío’ para que esta realidad que nos toca vivir mejore”.

Reflexión personal
Muchas veces he pensado en la necesidad que tiene la Iglesia católica de congregar en eventos en los que se espera mucho público, buena asistencia, donde el intercambio y el encuentro es lo que se anhela. Personas que se conectan, empatizan en torno al mensaje evangélico inmersos en temáticas y contextos específicos. Me niego a ver en la Iglesia una “empresa organizadora de eventos”, como me dijera una vez un sacerdote amigo.
Las Semanas Sociales constituyen un evento eclesial que responde a las características enunciadas arriba. Pero destaco que son jornadas muy analizadas, imaginadas, que se van conformando con un año de anticipación; la inclusión y la federalización de los temas y sus voceros son guías que se transitan en la construcción, además de los posibles contextos particulares de los días de su realización. La Comisión está formada por laicos, sacerdotes y obispos quienes, ante las propuestas surgidas del diálogo, establecen un tema a desarrollar, los posibles segmentos que van a cristalizarlo y los subtemas relacionados, y las personas que podrían asumir su abordaje tanto en el formato de panel central como en el de mesas-debate.
Aunque, en realidad, la “justificación” de la Semana Social 2017 la ubico fuera del programa. Una hora antes del acto oficial, el viernes 23, un grupo de familiares de fallecidos y desaparecidos en el naufragio del barco pesquero “Repunte” –acontecido el sábado 17 de junio al sureste de la ciudad de Rawson, cuando emprendía el regreso al puerto de Mar del Plata– se hizo presente en la puerta del Hotel 13 de Julio. Pedían una reunión con los ministros de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y de Trabajo, Jorge Triaca, que participarían de la apertura. Los manifestantes estaban desesperados: la búsqueda de los cuerpos se había detenido. Entre ellos reconocí a Gabriela Sánchez, que estuvo representando a la diócesis de Mar de Plata en el último Encuentro Nacional de Delegados Diocesanos ante la Pastoral de Adicciones y Drogadependencia. Con ella animamos desde la música en las misas y compartimos anhelos de una vida mejor para los jóvenes de nuestro país. La Iglesia y sus propuestas de “reuniones grandes” volvían a unirnos.
Estas personas fueron recibidas en un primer momento por los obispos Jorge Lozano (presidente de la CEPAS) y por Antonio Marino (titular de Mar del Plata), junto a colaboradores de la Pastoral Social. Hubo escucha y contención. Al finalizar el acto, los ministros los recibieron y se hicieron cargo de sus pedidos: que no se detenga la búsqueda de los marineros desaparecidos en el mar, asistencia social a las familias que quedaron desamparadas, seguridad en los puestos de trabajo, aumento de los controles del estado de las embarcaciones y el fin de la impunidad ante los “arreglos” fuera de marco de la ley.
Miro lo bueno del encuentro, reconocernos por nuestros nombres y rostros, encaminados en servicios y singulares carismas, apreciando a los hermanos en sus vidas tal como vienen, sin pasaportes ni contraseñas.

La autora es periodista, autora de La Virgen de San Nicolás y Nuestra fe es revolucionaria. Jorge Mario Bergoglio. Papa Francisco (ambos de Grupo Editorial Planeta).

NOTAS:

1 En esa jornada fundacional compartí puntos de vista sobre Comunicación y Política con jóvenes militantes políticos y sindicales que concurrieron a esa instancia de formación que ofrece la Pastoral Social Nacional y que continúa hasta la actualidad.

2 El 9 de julio de 2017 se llevó a cabo en Córdoba Capital el 1º Encuentro Nacional de Senegaleses en Argentina. http:// www.lavoz.com.ar/blogs/ voces/primer-encuentronacional-de-senegalesesen-cordoba

3 Como se establece en el Motu Proprio Humanam Progressionem de Francisco, del 1 de enero 2017 las competencias del Pontificio Consejo “Justicia y Paz» confluirán en el nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

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