La prensa nacional ha recibido al nuevo canciller designado, Jorge Faurie, poniendo de relieve su profesionalidad y su vasta experiencia en cuestiones protocolares. Es en ese mismo campo que medios periodísticos de muy distintas orientaciones no han dejado de señalar situaciones potencialmente cuestionables en torno de su actuación durante la presidencia de Carlos Menem, en particular su asociación con Ramón Hernández, entonces secretario privado presidencial, de peculiar fama.
Es de lamentar que un futuro Canciller argentino, aun antes de asumir sus funciones, sea precedido por comentarios que minan su figura y credibilidad. Urge, por tanto, que el funcionario en cuestión despeje en forma fehaciente cualquier duda que pudiera subsistir sobre su pasado. En todo caso, llama la atención que quienes intervienen en los procesos internos de preselección de los candidatos a cubrir altos cargos del Estado, aparentemente no hayan tenido en cuenta o no hayan estado al tanto de informaciones sobre situaciones que eran conocidas por buena parte de la opinión pública, o no las hayan despejado debidamente, antes de dar a conocer tan importantes decisiones.
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Join discussionEl nuevo canciller no es entonces un «justicialista» cualquiera.
El señor Espeche Gil asume que el culpable de tan desafortunada elección no es quien lo seleccionó, sino quien lo pre-seleccionó.
¡Por favor aclaremos, que oscurece!
¿Quienes son los pre-seleccionadores? Dudo mucho que el señor Espeche desee iluminarnos con algún nombre y apellido. Lo que sí sabemos con certeza, es que la selección del Canciller es del presidente, y aquellos que influyen directamente sobre las decisiones del presidente.
Si éstos no fueron engañados, ¿Que los habrá motivado a tan desafortunada elección?
Seguramente, el nuevo Canciller será útil para alguien…y para algo. Veremos….pero es difícil ver en tanta oscuridad, y da miedo.
Desaprobación según aportar hechos, sólo perjuicios. Salvo que tenga una crítica fundada sobre la política exterior en tiempos de Menem. Puro prejuicio ?
Malcorra parecía tener una agenda propia y su propia ambición. Tibia con Venezuela, entusiasta sobre el arreglo con la FARC, previo al referéndum, apoyo exagerado a la candidata que perdió en USA. Su prudencia no la caracterizó. Jugó la política exterior de la Argentina a su candidatura ?