Martín Lousteau renunció intempestivamente a su jefatura de la embajada argentina en Washington. “Mi contribución –dijo–, es mayor hoy en suelo argentino que en el exterior”. Ello parece denotar un curioso sentido de responsabilidad, a la hora de elegir la oportunidad.
El anuncio público de su renuncia se concretó pocas semanas antes de la prevista entrevista entre el Presidente que lo designó y el nuevo Presidente norteamericano.
Parecen haberse privilegiado especulaciones políticas de cabotaje por sobre el interés nacional. Algo que difícilmente hubiera hecho un diplomático de carrera.
La responsabilidad, en este caso, es compartida por quien le asignó una misión que, ahora se ve con claridad, no estaba capacitado para asumir cabalmente.
2 Readers Commented
Join discussionEstimado Espeche Gil,
Es de suponer que las especulaciones políticas no son materia de la diplomacia profesional.
El señor Lousteau es un político, que la jugó de «embajador político».
¿De que se queja? amigo Espeche.
Su comentario pareciera ser una figuración intrascendente; un !presente¡ aquí estoy y existo.
Viendo este artículo, me quedo esperando uno sobre Mirtha Legrand.
Pobre Criterio! Ahora metido en internas …