¿Habrán sido discípulos de Jesús los dos hombres que murieron en cruz a su lado? ¿Por qué los lla-maron bandidos? ¿Es posible conocer su identidad?

Todos los Evangelios afirman que Jesús no murió solo, sino que fue crucificado junto a otros dos hombres. Pero no nos dicen quiénes eran. Marcos y Mateo afirman que eran “bandidos” (en griego: lestés). Lucas los llama “malhechores” (kakúrgos). Y Juan sólo habla de “otros dos”, sin más explicaciones.
¿Qué delito habían cometido estos bandidos? ¿Cuándo fueron detenidos? ¿Por qué el Nuevo Testamento olvidó sus nombres, a pesar de que compartieron el trágico destino de Jesús? La tradición siempre los ha considerado “ladrones”. Por eso se ha pensado que eran autores de algún robo, y que la casualidad hizo que fueran condenados a morir el mismo día que Jesús, por orden de Poncio Pilato.
Pero no parece ser eso lo que se deduce de los Evangelios. La crucifixión era un castigo que los ro-manos aplicaban únicamente a los rebeldes políticos, a los revolucionarios sociales, y a los subversivos. Tenemos constancia de que, durante los años que Roma dominó la provincia de Judea, sólo fue-ron crucificados sediciosos o simpatizantes de ellos. Jamás ningún ladrón. Ni el robo, ni el hurto con violencia, eran crímenes capitales para el derecho romano. ¿Por qué, entonces, aquel día crucificaron a dos ladrones con Jesús?

Un decorado de muerte
Flavio Josefo nos aporta la solución. En su libro La Guerra de los Judíos, cuenta que a mediados del siglo I la palabra lestés (que las Biblias traducen por “bandido”) había adquirido un nuevo significa-do. Dice Josefo: “Una nueva especie de bandidos surgió en Jerusalén: los sicarios” (2,254). O sea que, al momento de escribirse los Evangelios, el término lestés no se refería a cualquier bandido sino a los sicarios, es decir, a los judíos sublevados contra Roma. Por lo tanto, los “bandidos” crucifica-dos con Jesús no eran ladrones, sino agitadores sociales.
Esta primera conclusión nos lleva a preguntarnos: ¿qué relación tenían con Jesús de Nazaret? Porque según los Evangelios, Jesús fue condenado a muerte por subversivo político (Mc 15,2), rebelde (Lc 23,2) y agitador social (Lc 23,5). Eso no significa que lo fuera. Pero sí que las autoridades romanas lo consideraron como tal. El hecho de que sobre su cabeza pusieran un cartel con el motivo de su condena, “el Rey de los judíos” (Mc 15,26), confirma que la causa de su sentencia fue política y no religiosa. Jesús, pues, fue ejecutado por los romanos como sedicioso.
Ahora bien, si los hombres que estaban a su lado también lo fueron, es lógico preguntarse: ¿tenían alguna conexión con Jesús? Los Evangelios no los vinculan para nada. Los presentan de repente: “Con él crucificaron a dos bandidos” (Mc 15,27). No dicen de dónde vinieron, ni por qué estaban allí. Sólo figuran como un añadido a los sucesos del Gólgota.

Penas que nos apenan
Sin embargo, es poco probable que varias personas crucificadas el mismo día, a la misma hora, en el mismo lugar, por la misma causa y por el mismo gobernador, no estén de alguna manera relaciona-das. Por otra parte, tampoco había levantamientos políticos todos los días en Judea como para suponer que eran perturbadores sociales de otra rebelión diferente de la de Jesús.
Además, los Evangelios sostienen que cuando los soldados arrestaron a Jesús en el Monte de los Olivos, éste se defendió diciendo: “¿Han venido a prenderme con espadas y palos, como si fuera un bandido (lestés)?” (Mc 14,48; Mt 26,55; Lc 22,52). Los evangelistas nos indican que Jesús fue considerado un lestés, el mismo título que ellos utilizan para designar a los otros dos hombres crucificados.
Esto nos permite sacar una segunda conclusión: los dos condenados debieron de ser discípulos de Jesús, apresados y juzgados por el mismo delito. Por eso terminaron muriendo junto a él.
Una confirmación indirecta puede encontrarse en las palabras de uno de ellos, el llamado “buen ladrón”, cuando al defender a Jesús de los insultos del otro crucificado, le dice: “¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? (Lc 23,40). Aunque esta escena no parece ser histórica, nos señala que, para el evangelista Lucas, los compañeros de suplicio sufrían “la misma condena” que Jesús, es decir, habían sido condenados por idéntico motivo. La palabra “condena” (en griego kríma) no alude sólo al castigo, sino a todo el proceso judicial. O sea que los tres habían sido juzgados y condenados por una causa similar.

Olvidando las promesas
Pero si los dos crucificados con Jesús eran discípulos suyos, ¿por qué, según los Evangelios, cuando lo apresaron, sólo detuvieron a Jesús y dejaron libres a los demás? ¿Cuándo detuvieron a esos discípulos?
Una lectura más atenta de los textos revela que no fue así. Las autoridades también intentaron atraparlos a ellos. Por ejemplo, en el momento del arresto de Jesús en el huerto de Getsemaní, sus discípulos “lo abandonaron y huyeron todos” (Mc 14,50). El hecho de que escaparan rápidamente revela que también quisieron detenerlos. Por lo tanto, estaban en la mira de las autoridades.
Lo mismo nos dice el Cuarto Evangelio. Cuando el Sumo Sacerdote interroga a Jesús para averiguar más sobre él, no sólo le preguntó sobre sus enseñanzas sino también trató de sacarle información sobre sus discípulos (Jn 18,19). Es decir que las autoridades los consideraban políticamente peligrosos.
Asimismo, en las tres negaciones de Pedro (Mc 14,66-71) leemos que hubo quienes reconocieron a éste como uno de sus partidarios, pero él lo negó enfáticamente, con maldiciones y juramentos, hasta el punto de romper la promesa de lealtad que le había hecho a su maestro (Mc 14,31). Más allá de que el relato tenga o no base histórica, el enorme miedo que manifiesta Pedro sólo se explica si los discípulos temían ser reconocidos y sufrir el mismo destino que su líder.
Debemos concluir, pues, que los representantes de la ley no sólo tenían interés en capturar a Jesús, como líder del supuesto movimiento rebelde, sino también a sus seguidores.

El pastor solitario
Pero en este punto debemos plantear una objeción. Los Evangelios cuentan que cuando arrestaron a Jesús, no detuvieron a ninguno de sus discípulos, porque todos huyeron (Mc 14,50; Mt 26,56; Jn 18,8-9).
Para responder a esto, debemos tener en cuenta que la frase de los Evangelios “entonces lo abandonaron y huyeron todos”, más que contar un hecho realmente sucedido, intenta mostrar el cumplimiento de una profecía de Jesús. Momentos antes de ser arrestado, Jesús les había declarado a sus discípulos: “Todos ustedes se van a escandalizar de mí, porque está escrito: «Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas»” (Mc 14,27).
Esta profecía fue puesta por Marcos en labios de Jesús, para explicar por qué éste afrontó solo su dolorosa pasión y su muerte, sin nadie a su lado. Se debía a la existencia de una profecía de Zacarías, sobre el pastor herido y las ovejas dispersas. Pero no significa que realmente huyeran todos los discípulos y escaparan de la policía. Más bien parece haber sucedido lo contrario, de acuerdo con algunos indicios que encontramos en los textos.

A la luz de una criada
Veamos, por ejemplo, la escena de las negaciones de Pedro. Cuando Jesús estaba siendo juzgado en el palacio del Sumo Sacerdote, Pedro se coló sigilosamente hasta el patio del recinto para ver si podía obtener noticias de su maestro. La noche era muy fría, y el apóstol se acercó a la hoguera que habían encendido en el zaguán, para poder calentarse. Entonces llegó una de las criadas del Sumo Sacerdote, y al verlo junto al fuego, lo reconoció y le dijo: “Tú también estabas con Jesús el naza-reno” (Mc 14,66-67).
Resulta llamativo que la criada le diga: “tú también”. ¿Por qué “también”? ¿Quién más estaba con Jesús el nazareno en ese momento? Si suponemos que además de Jesús estaban detenidos y siendo juzgados dentro del palacio otros discípulos suyos, la frase se aclara perfectamente.
El Evangelio continúa diciendo que Pedro, ante las palabras de la criada, tuvo miedo de ser descubierto y salió a la puerta. Entonces la misma muchacha lo vio, y esta vez no habló con Pedro sino con los presentes que estaban allí, diciendo: “Éste es uno de ellos” (Mc 14,69).
Ahora la mujer no se refiere sólo a Jesús sino a un grupo (“es uno de ellos”). Nuevamente la frase tiene sentido si “ellos” son algunos discípulos arrestados juntamente con Jesús.
Poco después, otros que estaban en la entrada del palacio reconocieron igualmente a Pedro y le dijeron: “Sí, tú eres uno de ellos” (Mc 14,70). De nuevo el plural (“uno de ellos”) confirma que los detenidos eran varios hombres, no Jesús solo; y que Pedro es acusado de pertenecer a dicho grupo.

El hombre del medio
Marcos no explica cómo las personas que vieron a Pedro, reconocieron que era galileo. Pero Mateo sí. Dice que los hombres agregan: “pues se te nota hasta en tu manera de hablar” (Mt 26,73). Sabemos que los galileos hablaban en un arameo ligeramente distinto al que se hablaba en Jerusalén. No fue, pues, difícil identificar la procedencia de Pedro, y relacionarlo con Jesús y el grupo de galileos.
Otro detalle que confirma la relación entre Jesús y los dos compañeros de suplicio es la forma como fueron crucificados. Los cuatro Evangelios coinciden en que, al momento de clavarlos, Jesús fue puesto en el medio, mientras que a los otros dos los colocaron “uno a su derecha y otro a su izquierda” (Mc 15,27; Mt 27,38; Lc 23,33; Jn 19,18).
Ahora bien, ¿cuál fue la razón para ubicarlos así? No parece haber sido una decisión caprichosa de los soldados. La explicación más plausible es que Jesús fue puesto en el medio porque los romanos lo consideraron el líder de los otros dos. Sabemos que los asientos de la derecha y la izquierda de un rey eran los de mayor prestigio. Colocando a sus partidarios a cada lado, los verdugos quisieron mofarse de las pretensiones de realeza de Jesús, y parodiar una corte real. Los dos pobres desdichados a cada lado simulaban perfectamente el séquito de un rey.
Sabemos que este tipo de burlas eran frecuentes. Filón de Alejandría, por ejemplo, en el siglo I nos relata el caso de cierto loco llamado Carabas, al que quisieron ridiculizar, y lo vistieron como rey, mientras unos jóvenes se ponían a su derecha y a su izquierda, simulando ser su comitiva.

Esperanzas poco creíbles
Una última escena nos confirma que los dos crucificados con Jesús tenían vinculación con él. Marcos y Mateo relatan que, junto con los que se burlaban de Jesús, “también lo injuriaban los dos crucificados” (Mc 15,32; Mt 27,44). Ahora bien, si esos dos hombres eran simples ladrones condenados con Jesús por casualidad, ¿por qué lo insultaban? Es difícil entender que unas personas que no tienen nada que ver con él, reaccionen de esa manera. Pero la escena se aclara si ellos eran sus seguido-res. Como formaban parte de su movimiento, se sintieron desilusionados ante el fracaso del líder, y protestaron indignados.
Lucas es más explícito, y reporta algunas palabras de esos hombres. Aunque la escena no es histórica sino una creación del evangelista, sin embargo tiene sentido únicamente si, para Lucas, los crucifica-dos eran discípulos de Jesús y no simples malhechores. Veámosla.
El primero de ellos le recrimina a Jesús: “¿No eres tú el Mesías? Pues sálvate a ti y a nosotros” (Lc 23,39). Si el hombre era un delincuente común, no se comprende su frase. ¿Cómo un simple ladrón, que no conoce a Jesús, va a creer que es el Mesías? ¿Y por qué va a esperar que el Mesías, el enviado divino, lo salve a él y a su compañero de fechorías? Pero tiene sentido si ese hombre conoce a Jesús, si ha participado de su proyecto mesiánico, y está siendo ajusticiado por haberlo seguido como Me-sías. Así se entiende que espere su salvación y la de su compañero, que habían confiado en él.
Las palabras del otro crucificado son también reveladoras. Luego de reprender al primero, recordándole que ellos sufren la misma sanción que Jesús, se vuelve a éste y le ruega: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu Reino” (Lc 23,42). Resulta sorprendente la confianza con la que este hombre le habla. Es una de las pocas personas, en todo el Evangelio, que lo llama “Jesús”, algo ilógico para un delincuente que lo ve por primera vez. Es evidente que lo conocía de antes y tenía cierta familiaridad con él. Por otra parte, el hombre está convencido de que Jesús es rey, y que tiene poder para hacerlo entrar en su Reino. Eso significa que había aceptado sus enseñanzas, y seguía siendo un leal seguidor a pesar de su aparente fracaso.

El ocaso de un recuerdo
¿Es posible conocer la identidad de esos dos discípulos? Los Evangelios callan sus nombres. Pero sin duda no era ninguno de los Doce, pues todos ellos vuelven a aparecer reunidos en Jerusalén después de muerto Jesús (Hch 1,13). Sin embargo sabemos que, aparte de los Doce, Jesús tenía un grupo más amplio de discípulos que lo acompañaban como auxiliares y cooperaban con su movimiento. Algunos de ellos incluso lo ayudaron durante los últimos días que estuvo en Jerusalén, como los que le prestaron el burro para entrar en la ciudad (Mc 11,1-6), o los que le prepararon la habitación para la última cena (Mc 14,12-16). A este grupo más amplio de anónimos colaboradores deben de haber pertenecido los dos detenidos y crucificados con Jesús aquel funesto viernes santo.
Falta contestar una pregunta. ¿Por qué los Evangelios nunca aclararon que los crucificados con Jesús eran discípulos suyos? La respuesta es sencilla. Muy pronto, entre los primeros cristianos, se desarrolló la idea de la muerte salvadora de Jesús. Es decir, se elaboró la tesis de que Jesús había dado la vida por nosotros, que su muerte en la cruz había sido redentora, y que su sangre había sido derramada para el perdón de los pecados. De este modo, la crucifixión se convirtió en el hecho central de su vida, y se le atribuyó un valor salvador único e incomparable. Se la vio como un hecho querido por Dios, e instrumento del plan divino para librar al mundo de sus culpas.
En este contexto, un Jesús muriendo por el Reino junto a otros compañeros, le hacía perder centralidad y exclusividad. Por eso la tradición olvidó pronto la identidad de esos dos discípulos, y se silenció toda referencia a ellos, dando la impresión de que había muerto solo.

Encendamos entre todos
Junto a Jesús fueron crucificados dos de sus discípulos. Era una práctica romana común acabar no sólo con el líder de una revuelta, sino también con sus seguidores. Pero la historia posterior los olvidó, y nunca sabremos quiénes fueron. Sólo sabemos que, en aquel momento excepcional, Jesús estu

Crucifixión, de Andrea Montegna

vo acompañado por dos amigos, que habían compartido sus ideales, y que ahora entregaban la vida por el Reino que soñaron.
Todos somos importantes, y debemos cooperar si queremos que un nuevo mundo amanezca. Aunque nuestra aportación parezca pequeña, insustancial, y nadie llegue a conocerla.
En 1965, Martín Luther King debía pronunciar un discurso sobre los derechos civiles de los negros, en un estadio de fútbol americano de Atlanta. Antes de aparecer en público, pidió que se apagaran las luces del estadio. En medio de la oscuridad y el desconcierto general, subió al escenario y solicitó que los que tuvieran un encendedor lo tomaran en sus manos y que, cuando él diera la orden, lo prendieran. Hubo un súbito silencio. Cuando se oyó su voz diciendo “¡Ahora!”, miles y miles de pe-queñas llamas aparecieron alumbrando el gigantesco coliseo. Todos podían verse, saludarse y encontrarse. Aunque cada uno había aportado una minúscula luz, el enorme estadio había quedado iluminado. Aquella fue una de las más grandes demostraciones de cómo, cuando cada uno ofrece su pequeño esfuerzo, el mundo entero puede cambiar.
A veces la sociedad en que vivimos entra en un cono de sombra, confusión y desánimo. Entonces buscamos que alguien venga de afuera, de arriba o del más allá, a traer la luz que nos hace falta. Pero nos olvidamos del encendedor en nuestro bolsillo. Es tiempo de aportar nuestra pequeña luz cada día, y unirnos a tanta gente que ya lo hace. Así desaparecerán muchos miedos, angustias e incertidumbres que aún dan vueltas por ahí. O al menos las compartiremos. Como escribió María Elena Walsh: “Porque el camino es árido y desalienta/ porque tenemos miedo de andar a tientas,/ porque esperando a solas poco se alcanza/ valen más dos temores que una esperanza./Dame la mano y vamos ya”.

El autor es teólogo y biblista

50 Readers Commented

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  1. Guillermo Rocca on 28 diciembre, 2016

    Es un artículo muy bello; porque, aunque plantea una hipótesis plausible y difícil de probar, no menoscaba en lo más mínimo el sentido profundo de la escena.
    En esta época en que algunos estudiosos de la Biblia en los medios masivos de comunicación, intentan atacar con argumentos falaces a la fe, la exegesis hecha con seriedad enriquece y fortalece a todos los cristianos.

  2. EVA LORENTZ on 29 abril, 2017

    Este artículo es todo una obra maestra de narración y concatenación. Un verdadero análisis legal de los hechos que parece haberlo ofrecido experimentado abogado penalista, tratando de analizar y complementar los hechos con lo indicios que juntos nos puedan llevar a una conclusion. No obstante pude observar la omisión en la narrativa de una parte del mensaje del buen ladrón, que indica que ademas de forajidos (en los términos que lo define el articulo) si eran ladrones o malhechores bajo el concepto natural) pues el señala que el castigo que a ello les entran imponiendo si es justo…

    • Angélica Prado on 27 septiembre, 2020

      Talvez antes de ser seguidores de Jesús fueron Zelotes por eso consideraban justo el castigo, a Simón uno de los discípulos de Jesús se le identifica con este movimiento Lc 6:15

  3. Mr Rankin on 26 diciembre, 2017

    En mi parecer lo que no este claro en la biblia de quienes fueron los otros dos no es de mi incumbencia, lo que me importa es saber quien es el que murio por mi porque si bien fueron 3 los que murieron ese dia de la misma forma pues es 1 el que resucito por amor a mi!!! Que si panchito o pepito era su discipulo que si eran bandidos o sicarios como los quieran llamar pues eso no importa! Mejor denle mas enfoque a nuestro salvador! No pierdan tiempo es querer presentar sus suposiciones, lo que es de Dios dejenselo a Dios!!!!

  4. claro por eso no creo en cuentos y religiones nunca dicen la verdad realmente simpre trejiversanla propia verdad yo me pregunto porque esconden la verdad verdadera

    • ricardo rodriguez on 18 octubre, 2022

      tienes razon en tu comentario, para creer te lo tienen que enseñar desde niño pequñito, p…orque si te lo tratan de enseñar con varios años de ser mayor de edad y uso de razon es muy dificil creen en lo que dicen estos religiosos

      • Diego on 20 octubre, 2022

        Realmente quien realiza la obra de fe y convicción es Dios mismo, no importa la edad en la que te prediquen el Evangelio, si Dios así lo quiere, vas a creer indefectiblemente.

    • levandoski on 1 abril, 2023

      guau, me impresionas con tu pedazo de EXPLICACIÓN.

  5. Es interesante la hipótesis que levanta el autor, sin embargo, muy dificil de corroborar. Sin embargo, hay algo cierto en el artículo estos dos hombres no eran bandidos comunes. El término griego «lestés» tambien puede traducirse » insurrectos», y se puede aplicar a los sicarios del tiempo de Jesús. Uno de los sicarios, posiblemente del grupo de Barrabás el «lestés» (Juan 18: 40) que había luchado contra el imperio para lograr la autonomía de su nación, y que consideraba era lo mejor para su pueblo, ahora entiende que lo que el pretendía lograr con su lucha, solo se encontraba en la propuesta de Jesús, que iba a morir junto a él. Lo que él con su lucha armada no había logrado, Jesús lo estaba logrando. Este acto de fe en el poder, la deidad y la realeza del Señor Jesucristo, a pesar de que la cruz parecía decir lo contrario…es uno de los actos de fe más impresionantes de los relatados por los Evangelios. Solo el Espíritu de Dios (muy lucano) pudo haber revelado esta verdad. Este es un ejemplo de las segundas oportunidades que da el Señor. Este insurgente judío, reconoce en el momento de la muerte, la verdad sobre Jesús y recibe una oportunidad de salvación única: “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso” (verso 43). Jesús le dice…el orden político, social y económico que estás buscando lo encontrarás hoy en mi Reino.

    • francisco on 1 octubre, 2019

      no fueron solo 3 los crusificados fueron 5 pero los otros 2 fueron crucificados en otro lugar

  6. Enrique Marín Pech on 30 marzo, 2018

    Felicidades soy ateo pir la gracia de Dios, Uds rompen paradigmas, y a lo intangible, lo absoluto, lo omnopotente lo hacen entendible,fuerade intereses cristianos, divididos en muchisimas partes.

  7. dani4 on 10 abril, 2018

    bonita la lectura sobre dios
    me encanto

  8. sofi on 18 abril, 2018

    esto si tiene mucha informacion pero le falto que dijieran los nombres de los que fueron crucifiados a la derecha o izquierda de jesus pues si esto no dice yo si a la dereha esta dimas que es el ladron bueno y gestas que es el malo esta a su izquierda.

    • carlos calderon on 29 mayo, 2020

      Sofí Dtbm,eres la primera persona,que sabe al igual q yo los nombres de los mal hechores.y si el bueno DIMA y el malo GESTAS.

  9. Gran expositor del exégeta en comento. Nos describe con mucha propiedad su posición frente a los históricos evangelistas. Su trabajo es laudable por cuanto nos regala una fundametada retórica investigación, que merece analizarla con criteros desapasionados, y, concluir, cada quien, su propio análisis y respetado. Merece darle reconocimiento al columnista por su agradable pieza literaria. Felicitaciones.

    • leonel on 17 enero, 2023

      Buen argumento pero yo podría colocarte otros
      Quizás estos dos malechores eran judíos y abian tenido enseñanza del mesias o quizás en la época de su robos habían escuchado de Jesús o quizás detenidos en la cárcel, el uno reflexiono en la cruz y el otro no. ya sabemos lo que dice la biblia sobre lo que Jesús vino hacer Lucas 4:18
      En cuanto al nombre de los dos ladrones, sabemos que los nombres en la antigüedad se los colocaban de acuerdo a su tradición o para escribir una nueva realidad o para mostrar nos algo del pasado, y la biblia sí que nos enseña sobre los significados de los nombres.
      El nombre Dimas deriva en panadero y en la historia de José el pandero fue decapitado y el copero volvió a su lugar y el nombre de Gestas, no concuerda en alguna historia de la biblia.
      Lo recomendable para nosotros es seguir cabalmente la escritura.

  10. Genial, formato de tu blog! ¿Cuanto tiempo llevas bloggeando? haces que leer en tu blog sea entretenido. El diseño total de tu web es bien pensado, al igual que el material contenido!
    Saludos

  11. Alfio on 30 octubre, 2018

    La interpretación del evangelio de Álvarez Valdés relativiza como si fueran una invención literaria, ciertos hechos descriptos para darles otros significados y toma como literales los que asume para asentar sus tesis. Hace dos mil años que se utiliza el mismo método para confundir al creyente y buscar una fama que no se conforma con los encendedores. Es más fácil de entender que esos dos “lestés” eran compañeros Barrabás y que estaban detenidos y con fecha de crucifixión preestablecida de antemano. El hecho de que haya sido liberado el líder en perjuicio de Jesús y, o casualidad con el apoyo de un grupo del pueblo con más capacidad de movilización (ejemplo repetidamente visto en la historia de que el fanatismo es más ruidoso que la racionalidad, que en tiempos de miedo se paraliza y se esconde), nos explica mejor, que es Jesús el nuevo en el proceso y que ocupa el lugar del que iba a estar en el medio sorpresivamente a los ojos del que se lava las manos. Me pregunto, ¿quién tendría dinero para movilizar y oponerse a la liberación de Jesús sino quienes detentaban el poder religioso y social y temían perderlo? Los amigos de Jesús huyen o se esconden, será el Espíritu Santo quien les dará la valentía o “un cambio de actitud psicológica obtenida por una sobredosis de Sertralina y Captagon”. Ahora bien, nadie duda de que el evangelio sea una composición en donde se resuelvan cuestiones catequísticas y dogmáticas con una fusión de lenguajes muy humanos y espirituales; y nadie con fe es ajeno a la duda que humaniza su fe y la lleva a la tierra, a recorrer el camino de la humildad. Como nadie duda de que si algo de esa fe no ilumina la lectura de la palabra ella en vez de cortar sólo sirve de recurso literario que ayuda a buscar argumentos a escritores que no conocen el sudor ni de sangre ni de sal. La palabra es vida y está viva, así Martín Luther King la entendió y predijo su muerte con la paz de los condenados por Cristo, no insultó sino miró el cielo y como cualquier hombre de fe pidió misericordia como “el ladrón bueno”, con confianza. Sobre esto el teólogo ve “sorprendente la confianza con la que este hombre le habla” por esto dice que lo conocía de antes. Quizás el teólogo no cree observar confianza o fe, en tantos pecadores que se cruzan con Jesús en el evangelio escrito en papel, tierra o cielo. Tal vez ha perdido él su confianza en Jesús, cosa que entiendo y vivo a menudo. En fin, de después de todo lo único que queda es la necesidad de amar y el amor no cambia si Eva estaba desnuda o en jogging.

    • Patricia Alvarez on 5 abril, 2021

      Coincido contigo , me impacto mucho que el teólogo diga » sorprendente la confianza con que este hombre habla» creo , sin ánimos de enjuiciar que conoce las teorías lo suficiente como para hacer buenos análisis , pero no tiene idea de lo que es la fe con convicción. Luego me encantó el final de tu texto :» el amor no cambia si Eva estaba desnuda o en jogging». Gracias!

  12. Tony on 27 noviembre, 2018

    Siempre se valoran los esfuerzos; pero cabe
    Mencionar que en los pasajes citados existe la clara omisión de un versículo clave :
    Marcos 15:28 y se cumplió la escritura que dice: Y fue contado con los inicuos.
    Lo que demuestra que por ninguna razón pudieran ser discípulos de Cristo, sino más bien; ellos mismos conocian la causa y vida del Señor; pues en su tiempo, Jesús era mucho muy popular.
    El versículo citado es una profecía y como tal se debía cumplir al cien por ciento.
    Recordemos la biblia se interpreta no solo con ciencia, armonía, gramática, semántica,lógica etc etc lo principal es la interpretación con temor, reverencia y sobre todo espiritualidad pues sin el discernimiento del espíritu Santo solo nos
    Engañamos y desviamos a muchos de la verdad absoluta de la palabra del Señor.

  13. Daniel on 19 abril, 2019

    Siempre se dijo que el» ladrón bueno» se llamaba Dimas

  14. Lc on 28 septiembre, 2019

    Los ladrones crucificados al lado de Jesús no eran discípulos, uno de ellos reconoce que merecían ser castigados por haber cometido algún tipo de delito. Una ladrón le dijo al otro: «nosotros merecemos ser castigados», pero éste, ¿qué delito ha cometido? Jesús no fue condenado por revolucionario, Pilato aclaro que no había hallado ningún delito en él. El pueblo Judío fue que lo crucificó porque Jesús mismo se hacía llamar hijo de Dios. Pilato entrego en manos de los judíos la desición de matar a Jesús…

  15. Jesus Angeles on 5 febrero, 2020

    Gracias por el comentario, muy rico en su linea de pensamiento y es bueno ver el pasaje desde el punto de vista que lo explica!!!bendiciones

  16. Jesus Angeles on 5 febrero, 2020

    Gracias por el comentario, muy rico en su linea de pensamiento y es bueno ver el pasaje desde el punto de vista que lo explica!!!bendiciones
    Saludos de Atlanta GA..

  17. Jorge Martinez Leyva on 18 febrero, 2020

    Tanto Dimas como Gestas (el ladron malo) no eran bandidos. Eran subversivos. A Gestas lo ponen de malo ( puede que por extremista) y está a la izquierda de Jesús, decir era de la línea moderada. La cabeza la inclina Cristo a la derecha o sea los malos son los de la izquierda y los buenos de la derecha. El la última cena el genial pintor coloca a Juan a su izquierda. Siempre el malo a ese lado. Un dicho popular ( no creo que está en la biblia) dice que no confíes en la mano izquierda lo que hace tu mano derecha.ñ quizás porque esta es falsa, mentirosa ( mano) no sabe guardar un secreto. Y finalmente otro dicho ( que tampoco creo que está en la biblia) dice que no confíes ni del que duerme a tu lado, refiriéndose a la mujer, y siempre ella duerme en la derecha de la cama, lo que significa que el hombre en el que no debe confiar está en la izquierda. Ah y ya lleno de fama a Paco de Lucía le preguntaron que con cuál mano interpretaba mejor y dijo que con la izquierda; entonces dice él lo trataron de comunista. Finalmente Baltazar Garzón cuando un día habló en la ONU saludo a sus miembros metiendo los dedos de su mano izquierda por entre la solapa de su abrigo lo que en lenguaje cifrado está diciéndoles que era comunista.
    Tal vez el autor del artículo se haya percatado que ciertamente el subversivo de la izquierda era el malo y el de la derecha un subversivo bueno.

  18. Eduardo Reyes on 7 marzo, 2020

    Cuando Pedro Niega a Jesús, Ante la mujer, no indica que este este siendo juzgado con otros. Solo indica que eran más los seguidores, no indica donde y menos que Jesús este siendo juzgado con otros al mismo tiempo.

  19. Tony Amaya on 5 abril, 2020

    Yo ndesde años atrás sabia que los nombres eran Dimas y Gestas, porqué ahora la iglesia quiere «olvidar» dichos nombres?

  20. Luis Juarez on 7 abril, 2020

    Es muy interesante esta concatenación de hechos, pero es una buena fabula, porque :
    1.- El Señor Jesús, era ampliamente conocido, pues multitudes le seguían, prueba Jn. Cap.6 la alimentación de los 5 mil. 2.- Lc. 23:41. Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Confiesan sus hechos delictuosos. Gracias por todo su gran amor por la palabra, sigamos escudriñando y busquemos la luz de CRISTO. SALUD Y BENDICIONES

  21. Henrry on 13 abril, 2020

    La palabra de Dios o Biblia es inspirada por el Espiritu Santo a si que solo por medio del Espirotu Santo podemos tener la revelación pero el que vive en la carne no conoce lo del espíritu orando Jesús a su padre le decía los que tu me distes yo los e cuidado y ninguno se perdió si no solo aquel el que debía de entregarme aludiendo a judas aqueos 2 eran 2 ladrones uno de ellos lo reconoce además poncio pilato iba a dejar libre a Jesús ya que el nunca anduvo en política de hombre El decía mi reino no es de esta tierra pilato no vio nada en malo de Jesús y estuvo a punto de liberarlo pero como el plan era que el debía de morir en una cruz a si como lo decían las escrituras en el antiguo testamento miles de año antes que Jesús viniera los judíos lo entregan a muerte por que ellos no creían en que un pobre carpintero fuera el elegido para liberarlos de la esclavitud de los romanos pero en si Jesús venía a liberarlos del pecado de muerte espiritual pues hoy dice la palabra que todo aquel que cree que Jesús es señor y Salvador nuestro y confiesa con su boca que es un pecador y le acepta como su único señor y Salvador será salvo Jesús resucitó y hoy está a la par del padre Dios Eterno

  22. javier on 18 abril, 2020

    Interesante reflexión. Sugiero el libro Un Curso de Milagros. Acá en la tierra algunos hombres buscamos la Paz de Cristo.

  23. Ricardo E.Muñoz A. on 11 mayo, 2020

    Nesesito saber quien Murio Primero ;Jesus o los Malechores gracias

  24. Ricardo E.Muñoz A. on 11 mayo, 2020

    Si me gusto mucho el Tema bendiciones

    • José Luis Piña on 19 abril, 2023

      El primero en morir fue Jesús, recordemos que el texto dice que les rompían la piernas para que murieran más rápido y que cuando llegaron a Jesús, este ya había muerto, viendo esto cierto soldado decidió atravesarlo con su lanza, ¿Que motivó a este soldado hacer ésto si ya había visto que estaba muerto Jesús?…para que se reconociera a quien habían matado, pues dijo: VERDADERAMENTE ESTE ERA HIJO DE DIOS.

  25. Ricardo E.Muñoz A. on 11 mayo, 2020

    Gracias y exito

  26. Joel Saá on 14 mayo, 2020

    Que bueno que lean la Biblia, así demuestran que creen lo que está escrito en la palabra de Dios, pero no la van a entender porque Dios es Espíritu y su palabra es Espíritu sobrenatural por sobretodo entendimiento humano. Pero la misericordia de Dios aún está sobre ustedes si aún siguen en vida, y para entenderla se necesita del Espíritu Santo que procede del Padre de la siguiente manera:
    1.- Reconozcan a Jesús como el Hijo enviado de Dios en quien Dios se reencarnó para testificar de él mismo con señales prodigios milagros enseñanzas profética y para ser perdonados limpios de todo pecado santificados perfeccionados redimidos y justificados por medio de la sangre derramada en la Cruz del calvario de tal modo y a las vez se apartan de sus prácticas pecaminosa. Jesús entonces escribirá sus nombres en el libro de la vida.
    2.- Su oración de arrepentimiento llegará al Padre por medio de Jesús y el Padre les dará de su Espíritu Santo en sus vidas quien morará en sus corazones. Y ahí serán abierto todo entendimiento. Porque escrito está que el Espíritu Santo os guiará a toda verdad. Pero el Espíritu Santo se reflejará en sus vidas porque está por sus frutos los conoceréis y el Fruto del Espíritu Santo se en encuentra en Gálatas: 5:22.
    3.- También es necesario que pidan al Padre no por cosas terrenales porque el conoce todas nuestras necesidades. Sólo pidan de Espíritu Santo en sus vidas y ahí hallarán éxito para vida eterna. Más no para las cosas que hay en este. Porque escrito está este mundo es pasajero y habrá cielo nuevo y tierra nueva que es la gran ciudad Jerusalén dónde sólo habitan los Santos Justos Redimidos Perfeccionados y Salvos por la misericordia de Dios que es ETERNA.

  27. Jorge A. Romero on 4 agosto, 2020

    En mi opinón es irrelevante el nombre de los compañeros de suplicio, si consideramos el oscuro proceso de enjuiciamiento al que fue sometido Jesucristo. Por ley romana, la justicia del Sanedrìn, SI permitía la administración de pena de muerte por motivos religioso. Pero el temor de los dirigentes judíos a la reacción de la masa por matar al que consideraban profeta, los llevó a pedir a Pilato la ejecución del reo para así evitar ser señalados por el pueblo como responsables directos de su asesinato. Por lo tanto, Jesucristo fue condenado bajo la ley judía por blasfemia mientras que para ley romana fue por sedición. Entender la trama política y judicial detrás del asesinato del Señor es de vital importancia para reflexionar sobre el verdadero peso de sus palabras y el contenido de su denuncia

  28. Carlos on 21 septiembre, 2020

    No entiendo porque tantas dudas y conjeturas con respecto a quienes eran los que crucificaron con Jesús.ya que hay otros escritos no canónicos como el protoevangelio de José de arimatea donde dice que el ladrón malo se llamaba gestas y el bueno dimas.ademas aclara que gestas solía dar muerte de espada a algunos viandantes,mientras que a otros los dejaba desnudos Y colgaba alas mujeres de los tobillos Cabeza abajo…nunca conoció a Dios,no obedecía las leyes y venía ejecutando tales acciones, violento como era desde el principio de su vida.tambien habla de Dimas diciendo que era Galileo que tenía una posada y robaba a los ricos pero a los pobres los favorecia se dedicaba a saquear a la turba de los judios,robo los libros de la ley….asi que está suposición que eran discípulos de Jesús no tiene sustento ya que hay muchos otras evangelios no canónicos como el de Nicodemo que también habla de esto.

  29. ntorrez2020@gmail.com on 15 noviembre, 2020

    Bonita texto argumentativo sobre la muerte de Jesús aprendí mucho gracias al autor por su aporte de evangelizar

  30. Gerardo Ramirez on 29 noviembre, 2020

    Quiero que alguien me de una explicación lógica de él por que Jesús fue clavado en una cruz y los otros , dos sacrificados , sooo fueron amarrados ?

    • Patricia Alvarez on 5 abril, 2021

      Bueno , no se si es lógica para ti, pero te cuento como yo lo entendí: en el fondo ellos creían en sus milagros pero no los podían admitir por muchas razones y esa fue una manera de asegurarse que estuviera » bien muerto» . Según sus costumbres no podían profanar el cuerpo y esta fue una manera de hacerlo , una profanación menos evidente .

  31. Soledad on 22 marzo, 2021

    Esos nombres los sugieren escritos apócrifos y también otros, no eran ladrones sino seguidores de Jesús, y el diálogo es supuesto los crucificados no pueden hablar

  32. Marco Antonio on 2 abril, 2021

    Solo tengo una duda que parece irrelevante pero es duda al final ¿por que si estos dos personajes a quienes crucificaron a lado de Jesús obviamente estaban condenados a muerte no estuvieron tambien a elegir para ser liberados junto a Jesús y Barrabas por pilatos?

  33. WILSON GARCIA on 12 junio, 2021

    que bueno el relato y las comparaciones como pueden que sean reales pero al finalizar tratas de dejar a la luz del mundo que es JESUS en vergüenza pero luego te contradices cuando estas diciendo que por que buscamos ósea que tu también lo buscas por que en tu vida también tienes vacíos y buscas del único que te los puede llenar y es nuestro amado y precioso salvador que es JESUS AMEN

  34. Dante on 15 octubre, 2022

    La muerte por crucifixion lo ejecutaban los romanos a delitos muy contados, a saber eran sentenciados bajo esta pena aquellos delincuentes (ladrones y bandoleros) que por accion de sus actos cometen homicidio en contra de sus victimas y si ellas eran ciudadanos romanos con mayor razon, otro grupo de delitos que calificaban para esta pena eran los actos de hechiceria y el tercer grupo estaba destinado a aquellas personas que atentaban contra la majestad del imperio, es decir aquellos que por su accionar o su predica levantaban al pueblo en contra de Roma; en este tercer grupo lo encasillamos a Jesus. Si Jesus se considero asimismo como el mesias de Israel, pues segun las tradiciones profeticas tenia que formar un grupo armado y con ayuda divina derrotar a los enemigos de Israel e instaurar el reino de Dios en la tierra, esto lo podemos corroborar en las predicciones de Isaias Cap. 9 y 11. Segun algunos documentos apocrifos los leste o zelotes que acompanaban a Jesus en la crucifixion se llamaban Xisto y Silas.

  35. Antonio on 1 enero, 2023

    ¿Cómo se llamaban el buen y el Mal Ladrón?

    Menciones en los evangelios apócrifos

    Hay que informarse bien y no cerrarse en lo que digan un número reducido de documentos historicos. He aquí un ejemplo: de acuerdo con la tradición y el Evangelio de Nicodemo, el Buen Ladrón se llamaba Dimas y fue crucificado a la derecha de Jesús y el Mal Ladrón, llamado Gestas, a la izquierda.

  36. DANIEL on 14 abril, 2023

    Comprendí la narración dada desde su punto de vista del libro de Lucas 23:42 que pudieron ser discípulos, políticos y que no pudieron cometer delitos graves sino porque eran seguidores también de Jesús y todo lo que se puede leer y explicado bien con respecto al versículos 42.
    Pero me llama la atención el contexto del versículo 41 que se atreve hablar por los dos diciendo que A LA VERDAD MERECEN POR SU DELITOS COMETIDOS, ¿De cuales delitos habla? Solo una persona que ha cometido cosas malas y es apresado por las autoridades se nombra que han cometido DELITOS.
    Por lo tanto me quedo con la duda de todo lo que leí. Puedo decir que si eran LADRONES, MALHECHORES, ASESINOS, ETC.
    Es mi opinión con respecto al contexto de Lucas 23:41.
    Saludos,

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