Serena mirada autobiográfica

Reseña de Benedicto XVI. Últimas conversaciones con Peter Seewald (Buenos Aires, 2016, Ágape Libros).

Benedicto XVI rompe en este libro el silencio que él mismo se había impuesto al renunciar a la cátedra de Pedro. La rareza se debe a Peter Seewald, quien logró convencerlo para una última entrevista, la cuarta de una serie bien conocida: La sal de la tierra (1996), Dios y el mundo (2000) y Luz del mundo (2010).

El periodista alemán conoce su oficio. Sabe que lo suyo es animar la charla, incitando recuerdos de una manera respetuosa pero aguda. En este sentido cabe destacar que la evidente admiración no le impide formular algunas preguntas incómodas, que contribuyen a un retrato más profundo y por ende más atractivo. El libro tiene tres partes: “Las campanas de Roma” desarrolla lo relativo a su renuncia (2013-2016), “Historia de un siervo” sigue la evolución vital de Joseph Ratzinger (1927-2005) y “El papa que escribió sobre Jesús” contempla el pontificado de Benedicto XVI (2005-2013). Es verdad que el diálogo vuelve sobre hechos y anécdotas más o menos conocidos, pero ello no quita el sabor especial de escuchar en directo el testimonio de una vida por demás intensa que se despliega sin la menor vanidad.

El libro se ocupa tanto del ámbito privado como del público. En este último, se dan cita personalidades de las más diversa índole: los papas Francisco y Juan Pablo II, los políticos Obama, Putin y Bachelet, los teólogos Balthasar, Rahner y de Lubac, y tantas otras figuras. También se habla de su crítico más célebre: Hans Küng. Lo cierto es que en las conversaciones siempre prima la serenidad, incluso en temas delicados, lo cual ayuda a una aproximación más reflexiva.

Como se sabe, el género entrevista permite una lectura menos rigurosa e incluso discontinua. La gracia está en el placer de encontrarse con el entrevistado de una manera más personal. Seewald nos ayuda a entrar en el mundo Benedicto, que es tanto el de su familia como el de su itinerario teológico-pastoral; y, en última instancia, el de su relación con Dios.

En resumen, el libro puede leerse como el testimonio de una vida consagrada al Señor, pero también como un valioso retazo de la historia contemporánea de la Iglesia. En todo caso, vale la pena.

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