Ecología, conflictos y perspectivas sociales

El Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) fue sede de la tercera conferencia del Ciclo que organiza la revista CRITERIO a partir de Laudato si, conocida como “la encíclica verde” del papa Francisco.

En esta oportunidad los ejes fueron la ecología, los conflictos y las perspectivas sociales, atravesados por las percepciones e intuiciones de dos extranjeros de renombre: el italiano Loris Zanatta (profesor de Historia de América latina en la Universidad de Boloña, autor de numerosos libros como El populismo, Eva Perón. Una biografía política y, el año pasado, La larga agonía de la Nación católica) y el periodista y escritor Jimmy Burns Marañón (miembro del Consejo Directivo de la revista inglesa The Tablet, corresponsal durante 30 años del Financial Times, incluidos cinco años en la Argentina, y autor de varias biografías, la más reciente Franciscus, el Papa de la promesa). El periodista Claudio Jacquelin, Prosecretario General de Redacción del diario La Nación, agudo moderador del encuentro, destacó la presencia de “dos miradas y dos perspectivas de la Iglesia y del Papa, para entender un poco mejor a lo que él llama el cuidado de la casa común”. E inauguró el debate citando al abuelo materno de Jimmy, Gregorio Marañón, que decía que “ser liberal es primero estar dispuesto a entenderse con el que piensa de otro modo”.
Loris Zanatta quiso hacer una premisa metodológica para evitar malentendidos, aún a riesgo de ser interpretado como un defensor del paradigma tecnológico e insensible al tema ecológico: “Si bien tengo coincidencias específicas con algunos temas de la encíclica, como cuando cuestiona que no haya habido una reforma del sistema financiero después de la crisis de 2008, hay un principio holístico desde el cual se mira al mundo y al lugar del hombre en el mundo, la naturaleza y las organizaciones sociales que está exactamente en las antípodas de mi perspectiva”.
Por su parte, Jimmy Burns Marañón, quiso comenzar el diálogo afirmando que “no es posible comprender a este Papa sin tener en cuenta dos cosas: que es argentino, con lo que supone en su formación política; y que es jesuita, y por lo tanto tiene una concepción ignaciana que supone ser contemplativos en la acción, y que implica pensar que a Dios se lo puede encontrar en todas partes y en todas las personas”. Y agregó: “Se trata del líder espiritual por excelencia en un mundo con tremenda carencia de liderazgo político, con una crisis de inestabilidad basada en la corrupción de la dirigencia política y las instituciones en varios países, con falta de sentido cívico de la comunidad, el bien común. Es además un ejemplo de diálogo, de estar abierto a la posición del otro”.
Con el foco en la encíclica Laudato si, Claudio Jacquelin marcó dos visiones muy claras: quienes ven en ella un llamado potente a preservar el planeta, con cursos de acción propuestos; y por otro lado, quienes consideran que plantea una simplificación de problemas complejos. Zanatta reconoció las buenas intenciones del documento, al que consideró un texto plagado de entrelíneas, pero explicó que no lo convence, entre otros motivos, porque intuye “una visión de fondo matizada por aportes de un ecologismo bastante radical en algunos aspectos”. Por ejemplo, que la naturaleza es presentada de manera muy abstracta y romántica, lo cual le parece un límite: “La idea de ecosistema como realidad holística, donde todo está interconectado en perfecta armonía, parece olvidar que el ecosistema mundial está basado en relaciones jerárquicas y de violencia, donde el más fuerte se alimenta del más débil. En cambio, de la naturaleza que se describe en la encíclica parece haber desaparecido el mal, y es el hombre, con su obsesión de dominio, el que la contamina”. Un ejemplo es que la población mundial hoy se ubique en los 7 mil millones de personas: “Esto se da porque en cierto sentido se desafió a la naturaleza: si el hombre hubiera sobrevivido en estado de naturaleza habría sufrido epidemias como en la época de Francisco de Asís, y la mayoría no habríamos sobrevivido al primer año de vida”.
Lector cotidiano de Laudato si –“Tengo la traducción inglesa al lado de mi cama para las noches en las que estoy desanimado o me falta fe en la humanidad”–, Jimmy Burns considera que “debería formar parte de las lecturas recomendadas para los estudiantes de todos los niveles” porque se trata de un “profundo y muy espiritual análisis sobre lo que pasó en el mundo y dónde estamos al día de hoy, qué les pasa a nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros políticos”. “Estamos en un mundo que se siente completamente desorientado, que ha perdido el sentido espiritual, del bien común. Y Laudato si es un documento en cierto modo radical pero que está completamente basado en la Doctrina Social de la Iglesia y en el Evangelio –afirmó–. No es casual que comience con el Génesis, donde Dios nos está diciendo que todo lo que el hombre toca es sagrado, cuando en nuestro mundo hemos perdido el respeto no sólo por la naturaleza sino el uno por el otro”. Para él, lo que busca Francisco es que no se pierda la fe y se confíe en la capacidad de restaurar el sentido cívico en la sociedad: “Francisco nos dice que debemos recuperar el refrescante optimismo propio de la historia del cristianismo, como san Francisco de Asís, san Ignacio, san Benedicto, santa Teresa o san Juan del Cruz”.
Jacquelin preguntó sobre la viabilidad de algunas de las propuestas de la “encíclica verde”, donde percibe tres preocupaciones muy claras: el comportamiento de la humanidad; la pobreza, y como consecuencia de ello, todo el daño que está sufriendo el medio ambiente; y en tercer lugar, la mirada sobre la economía y las respuestas que pueden darse para solucionar la pobreza y los dilemas ecológicos. ¿Cómo arraigar este profundo sentido espiritual en una solución pragmática? ¿Puede lograrse sin demonizar la economía, recurriendo a una visión tecnocrática que algunos plantean como contrapuestas frente a la encíclica?
Burns consideró que Francisco es un Papa político en el sentido de que está en contacto con la sociedad, partiendo de la perspectiva del Concilio Vaticano II, en el sentido de que la Iglesia somos todos los bautizados, no sólo los obispos o sacerdotes. “Cuando habla de política –dijo–, no se refiere a tener un programa político sino que realiza un llamado a un nuevo escenario donde los políticos puedan asumir sus responsabilidades y desarrollar sus programas”. Para Burns, no es posible seguir viviendo en un mundo con una minoría de gente muy rica y una gran miseria y pobreza en lugares donde las políticas neoliberales no han encontrado solución, aunque tampoco los programas populistas: “Creo que el Papa está en una tercera vía entre el capitalismo del mercado libre totalmente fuera de control y un estatismo populista tipo Chávez. Lo que quiere, por ejemplo, es que Europa recupere sus grandes ideales del bien común que formaron los alemanes, los franceses y en cierto modo los británicos después de la Segunda Guerra Mundial”.
Zanatta aclaró que desde la perspectiva de un historiador no creyente, no coincide en el diagnóstico de Francisco de que el mundo actual es muy diferente a épocas precedentes. “La aproximación apocalíptica del Papa a la realidad puede ser correcta, pero no conozco época en la historia que no tuviera también sus corrientes apocalípticas. La descripción de la realidad en la primera parte de la encíclica abraza un ecologismo muy radical que por lo menos puede ser objetado. Lo mismo podría afirmarse respecto de la pobreza, aunque mis afirmaciones sean impopulares. El Papa, y no sólo él, emprende una cruzada en búsqueda de una teoría científica para justificarla, porque en realidad la pobreza está disminuyendo en el mundo, y lo sostienen todos los economistas. Si además de leer a Romano Guardini, leyera también a Angus Deaton, Premio Nobel de Economía, tendría una versión un poco más actualizada del mundo”. Con respecto a la teoría de la dependencia, que también aparece en Laudato si, Zanatta afirmó que en las ciencias sociales está totalmente desacreditada: “Sostener que existen pobres porque existen ricos, y que sería suficiente redistribuir la riqueza de los ricos para que todos estemos bien, es una gran simplificación. El peligro de estas simplificaciones, aún con buena fe, es que crean ilusiones. ¿Cuál es la otra cara de la visión apocalíptica? La redención. Si el mundo está mal, en peligro de desaparecer, se justifica esa mirada, propia de todas las religiones monoteístas y que también aparece en la encíclica”.
Por su parte, Jimmy Burns consideró que es un peligro pensar que por tratarse de un Papa argentino tenga una visión distorsionada debido a su contexto personal. “Lo que sostiene es que todo está interconectado, por eso yo lo considero el primer Papa global. En él hubo una transformación como persona desde su juventud hasta el día en que viajó a Roma y fue elegido Papa”. Con respecto a la visión de la pobreza de Francisco, el periodista anglo-español describió sus experiencias en las villas porteñas, tantas veces visitadas por Jorge Bergoglio: “Para escribir Franciscus pasé mucho tiempo en las villas y encontré dos mundos completamente en conflicto: por un lado, los narcotraficantes, con sus derivados de violencia y destrucción de la familia; y por otro, una honestidad, una responsabilidad de familia y una cordura en la pobreza que ojalá tuviera mucha gente rica”.
Respecto del mercado, Zanatta advierte una demonización en el documento papal: “El Papa habla de cambios extraordinariamente radicales, es decir, de sistemas productivos, pero evita nombrar la palabra capitalismo. Por eso no asocio este pensamiento a la socialdemocracia, que se desarrolló conciliando la economía del mercado con el Estado protector”. Y más adelante afrimó: “En la parte final, después del apocalipsis y la redención, el Papa nos invita a reciclar la basura, a ahorrar agua… todas medidas reformistas en realidad, ¿qué dónde se adoptaron? En ese mismo mundo occidental que es el imputado desde la primera a la última página”. Como contrapunto, Burns advirtió que en distintos ambientes, como algunos sectores del catolicismo norteamericano, Francisco fue acusado de ser marxista leninista, “lo cual es absolutamente absurdo porque no tiene un análisis materialista de la historia. Laudato si es prioritariamente un documento espiritual, no pretende ser un programa político”.
Jacquelin pidió la opinión de Burns respecto del llamado a la acción de la encíclica. ¿Cuáles serían los acuerdos que debería haber entre los países para que las propuestas del Papa puedan llevarse a cabo? “Lo que propone es un cambio de mentalidad para poder cambiar al mundo. Y no considero que necesariamente sea algo que surge de Occidente. De hecho, ciertas comunidades de Latinoamérica tienen un plan respecto a la ecología basados en su propia cultura. La llamada a la acción es para todo el mundo. Este Papa ha viajado muchísimo y en cada lugar reflejó lo que antes había vivido aquí. En Bolivia, por ejemplo, en uno de sus discursos se refirió al peligro de los totalitarismos y la falta de democracia. Desde mi punto de vista, lo que faltó fue que hablara de la explotación minera, ya que son las poblaciones con los más bajos índices ecológicos de toda la región”, afirmó.
El moderador citó la definición del populismo como la permanente subordinación del largo plazo a las urgencias del corto plazo, y el tema de la ecología parece ser de larguísimo plazo. ¿Cómo conviven estas dos vertientes en Francisco? “El concepto de populismo para mí es muy serio, le dediqué 20 años de mis investigaciones –afirmó Zanatta– ; por eso cuando digo que el Papa es populista no utilizo esa palabra para deslegitimarlo. Considero que el populismo es la cara moderna de un imaginario antiguo; es la forma más poderosa, estructurada y popular, no sólo en América latina, que se da y seguirá dándose, de reacción antiliberal. Se trata de una visión orgánica de la sociedad, que tenía gran arraigo en la colonia: una época dominada por lo sagrado, la sociedad se concebía como un organismo natural que tenía una extraordinaria fuerza por su idea de armonía, pero que al mismo tiempo no contemplaba el surgimiento del individuo, porque éste estaba sometido al bienestar del organismo colectivo. Este imaginario en la modernidad se ha transformado en una vía alternativa extraordinariamente más poderosa que la vía liberal no casualmente en países latinoamericanos y católicos. Pero una visión orgánica de la sociedad no tiene nada que ver con la visión democrático liberal. Y la social democracia europea creció dentro del marco de la democracia liberal. Por eso si pensamos en el Papa debemos considerar las misiones jesuitas: una unidad orgánica de la sociedad que coincide con una unión de fe, y donde la individualidad está sometida a un proyecto colectivo que finalmente es entendido como proyecto divino”.
“Francisco –respondió Burns– es una persona que viene de la realidad latinoamericana, donde contrastan la riqueza y una miseria tremenda. Sin duda su contexto, incluido el golpe contra Perón cuando decidió ser sacerdote, ha influido en él; pero definirlo como un Papa peronista con una visión romántica creo que es un insulto a muchos movimientos socialdemócratas de Europa y a nuevos movimientos cívicos del Tercer Mundo que no se identifican con el neoliberalismo”.
Cuando Jacquelin le pidió entonces que analizara las posibilidades de Laudato si “por tratarse de un proyecto muy ambicioso al apuntar a transformar las conciencias”, Burns le respondió que ya ha tenido algunos impactos interesantes: “El acuerdo de París de diciembre de 2015 significó un consenso político que incluyó a China y los Estados Unidos, en el sentido de salvar al planeta. Laudato si tuvo gran impacto en los meses previos a esa conferencia. Todos estamos de acuerdo en que vivimos en un mundo en crisis y no podemos decir que simplemente porque tuvimos dos guerras mundiales vamos hacia una tercera –aseveró–. El optimismo cristiano y la historia nos llevan a pensar que podemos cambiar y mejorar constantemente”.
Con respecto a la concepción de cultura de Francisco, Zanatta afirmó que “el Papa habla de cultura en singular. Es decir que utiliza la palabra pluralismo como jesuita: pluralismo de culturas; pero él usa la palabra cultura en singular, como si cada civilización tuviera una única cultura, monolítica. Si la Iglesia es universal, ¿qué pasa con las culturas, que en el mundo son casi todas plurales? ¿Qué pasa con las minorías en esas culturas? No quiero decir que el Papa pretenda un mundo unívoco, pero cada cultura es concebida con rasgos eternos, que no se modifican con el tiempo. Por ejemplo, cuando el Papa habló frente al Congreso de los Estados Unidos, habló de libertad. En Cuba, la palabra libertad no la pronunció ni una vez. Con esto quiero señalar que el elemento de la libertad no sería para él probablemente el elemento fundamental de la cultura cubana”. Burns rechazó esa visión con énfasis en la perspectiva jesuita, donde todas las voces son escuchadas: “El Papa está en desacuerdo con el fundamentalismo en el Islam como en su propia Iglesia. Y sus enemigos, para mí, están más en su propia Iglesia que fuera de ella”.

4 Readers Commented

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  1. horacio bottino on 7 noviembre, 2016

    el liberalismo dios capricho contrato social de rosseau falso sobre «hombre natural sin Eva» Loris zanatta ¡Qué bien le queda el apellido! a lo que piensa y dice

  2. Juan Carlos Lafosse on 8 noviembre, 2016

    Tomemos una idea central del artículo, según Zanatta: “…la naturaleza es presentada de manera muy abstracta y romántica… el ecosistema mundial está basado en relaciones jerárquicas y de violencia…”

    De modo que es “NATURAL” que miles de personas se ahoguen en el Mediterráneo, que mueran de hambre o bombardear civiles… también que miles de millones vivan en la pobreza y que las “relaciones jerárquicas” “naturalmente” otorguen a poquísimos hombres todo el dinero y el poder necesarios para mantener esta terrible estructura, una verdadera ofensa a Dios.

    Siguiendo esta línea de comunicación, se niega que los seres humanos no estamos condicionados por nuestros instintos y ni siquiera por el medio, que somos personas libres e inteligentes, dotados de la capacidad de amarnos. Y de crear un mundo mejor para todos. Quiere hacernos creer que solo somos animales, egoístas racionales.

    Y por lo tanto: TINA (There Is No Alternative) NO HAY NADA QUE HACER. Esta es la idea fuerza del neoliberalismo, que a tantos les impide PENSAR, porque por idiota que parezca, si una idea se ajusta a los conceptos establecidos y está generalizada entre la gente “importante”, entonces “no es posible” que sea un error o incluso una locura. Donde dice importante, léase “PODEROSA”.

    Esto, además de perverso, es falso. Cito a Mario Bunge: “…El pecado original de la economía estándar es que postula que los seres humanos se comportan de una cierta manera, de forma egoísta, tratando siempre de maximizar sus beneficios y jamás se les ocurrió ofrecer una prueba empírica para sostener este postulado.
    Este postulado fue puesto a prueba empírica hace solamente unos 20 años, por la escuela de Daniel Kahneman (que, siendo psicólogo, ganó el premio Nobel de Economía) y la de economía experimental de Zurich.
    Y han encontrado que no es así, que la mayor parte de nosotros somos reciprocadores. No todos, pero las dos terceras partes. Es decir, que devolvemos y estamos ansiosos por devolver los favores que recibimos y por cooperar.
    Sin cooperar no se pueden armar sistemas económicos como una empresa….” Vale la pena leer la entrevista completa.

    Veamos lo que piensa nuestro Papa Francisco, a partir de su discurso final a los participantes en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares, el pasado 5 de Noviembre.

    * CONSTATA LA FUERZA DE QUIENES BUSCAN COMO ALCANZAR UNA VIDA Y UN MUNDO MEJOR “Vimos los rostros de ustedes en los debates sobre qué hacer frente a «la inequidad que engendra violencia». Tantas propuestas, tanta creatividad, tanta esperanza en la voz de ustedes que tal vez sean los que más motivos tienen para quejarse, quedar encerrados en los conflictos, caer en la tentación de lo negativo. Pero, sin embargo, miran hacia adelante, piensan, discuten, proponen y actúan.”

    * LES ADVIERTE QUE “Ese «hilo invisible» del que hablamos en Bolivia, esa estructura injusta que enlaza a todas las exclusiones que ustedes sufren, puede endurecerse y convertirse en un látigo, un látigo existencial que, como en el Egipto del Antiguo Testamento, esclaviza, roba la libertad, azota sin misericordia a unos y amenaza constantemente a otros, para arriar a todos como ganado hacia donde quiere el dinero divinizado.”

    * NO DUDA EN DEFINIR LA AMENAZA “Quién gobierna entonces? El dinero ¿Cómo gobierna? Con el látigo del miedo, de la inequidad, de la violencia económica, social, cultural y militar que engendra más y más violencia en una espiral descendente que parece no acabar jamás. ¡Cuánto dolor y cuánto miedo! Hay -lo dije hace poco-, hay un terrorismo de base que emana del control global del dinero sobre la tierra y atenta contra la humanidad entera. De ese terrorismo básico se alimentan los terrorismos derivados como el narcoterrorismo, el terrorismo de estado y lo que erróneamente algunos llaman terrorismo étnico o religioso, pero ningún pueblo, ninguna religión es terrorista. Es cierto, hay pequeños grupos fundamentalistas en todos lados. Pero el terrorismo empieza cuando «has desechado la maravilla de la creación, el hombre y la mujer, y has puesto allí el dinero». Ese sistema es terrorista.”

    * MÁS ADELANTE LES ACONSEJA “Primero, no dejarse encorsetar, porque algunos dicen: la cooperativa, el comedor, la huerta agroecológica, el microemprendimiento, el diseño de los planes asistenciales… hasta ahí está bien. Mientras se mantengan en el corsé de las «políticas sociales», MIENTRAS NO CUESTIONEN LA POLÍTICA ECONÓMICA O LA POLÍTICA CON MAYÚSCULA, SE LOS TOLERA.
    Esa idea de las políticas sociales concebidas como una política HACIA los pobres pero NUNCA CON los pobres, NUNCA DE los pobres y mucho menos inserta en un proyecto que REUNIFIQUE a los pueblos a veces me parece una especie de volquete maquillado para contener el descarte del sistema.
    CUANDO USTEDES, DESDE SU ARRAIGO A LO CERCANO, DESDE SU REALIDAD COTIDIANA, DESDE EL BARRIO, DESDE EL PARAJE, DESDE LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO COMUNITARIO, DESDE LAS RELACIONES PERSONA A PERSONA, SE ATREVEN A CUESTIONAR LAS «MACRORELACIONES», CUANDO CHILLAN, CUANDO GRITAN, CUANDO PRETENDEN SEÑALARLE AL PODER UN PLANTEO MÁS INTEGRAL, AHÍ YA NO SE LO TOLERA. NO SE LO TOLERA TANTO PORQUE SE ESTÁN SALIENDO DEL CORSÉ, SE ESTÁN METIENDO EN EL TERRENO DE LAS GRANDES DECISIONES QUE ALGUNOS PRETENDEN MONOPOLIZAR EN PEQUEÑAS CASTAS.”

    * LES MUESTRA LO QUE OCURRE CON EL SISTEMA SOCIAL: “ASÍ LA DEMOCRACIA SE ATROFIA, SE CONVIERTE EN UN NOMINALISMO, UNA FORMALIDAD, PIERDE REPRESENTATIVIDAD, SE VA DESENCARNANDO PORQUE DEJA AFUERA AL PUEBLO EN SU LUCHA COTIDIANA POR LA DIGNIDAD, EN LA CONSTRUCCIÓN DE SU DESTINO.”

    * Y LES DA UNA MISIÓN “Ustedes, las organizaciones de los excluidos y tantas organizaciones de otros sectores de la sociedad, están llamados a revitalizar, a refundar las democracias que pasan por una verdadera crisis. NO CAIGAN EN LA TENTACIÓN DEL CORSÉ QUE LOS REDUCE A ACTORES SECUNDARIOS, O PEOR, A MEROS ADMINISTRADORES DE LA MISERIA EXISTENTE.”

    Tiene razón Burns cuando dice que “Lo que propone es un cambio de mentalidad para poder cambiar al mundo. Y no considero que necesariamente sea algo que surge de Occidente. De hecho, ciertas comunidades de Latinoamérica tienen un plan respecto a la ecología basados en su propia cultura.”

    La cuestión es entonces como SUMARSE a este cambio de mentalidad. Hay que salir de “Occidente”, con sus ideas neoliberales y sus socialdemocracias – encorsetadas y desorientadas por esta razón – superar nuestros miedos, mirar a los ojos a los que sufren, darles la mano y comenzar el camino.

    En otras épocas Criterio se hubiera sumado. Veamos si sus lectores lo hacen.

  3. lucas varela on 8 noviembre, 2016

    El señor Zanatta gana plata diciendo lo que dice; y ése es su único objetivo, es su objetivo de vida. No es un romántico; quizás sea, según sus propias palabras: «un fuerte que se alimenta del más débil». Aunque, quizás no sea tal malo.
    Es lo que nos sugiere el pensamiento del novel Daniel Kahneman, citado por el señor Juan Carlos Lafosse. Este ilustre profesor dice que hay hombres buenos y malos, aunque, la cosa es mucho más compleja. Unos hombres son mejores que otros; pero el mejor está muy lejos de ser perfecto, y absolutamente nadie es malo.
    El ser humano es muy complejo. Las simplificaciones, estilo Zanatta, no merecen mucho debate.
    La vida es lucha, y vale sumarse en un mundo tan complejo, ciertamente.

  4. Juan Carlos Lafosse on 19 noviembre, 2016

    El Sr. Zanatta cree que nuestro Papa Francisco no entiende nada del mundo, ni de la globalización, ni de sus mecanismos y sistemas sociales, políticos y económicos. Entre otras ¿razones? lo atribuye a que Francisco solo habría leído a Romano Guardini y no a Angus Deaton, premio Nobel de Economía 2015, por lo cual – él cree – no tiene una “versión un poco más actualizada del mundo”.
    No es este el lugar para presentar los innegables aportes de Deaton en materia de la comprensión del consumo, la pobreza y el bienestar, pero veamos algunas citas suyas.
    En una entrevista a la Agencia EFE en Estocolmo, el 9 de Diciembre de 2015, antes de recibir el premio Nobel, Angus Deaton explica que «cree que es un economista atípico, «quizás» porque nació en Edimburgo (Escocia) en una «familia pobre», lo que le ha dado «mayor afinidad y compasión» que si hubiera crecido en otro tipo de ambiente. Por eso, le preocupa y califica de «muy serias» las diferencias «dentro de nuestros propios países», cuánta gente «está sufriendo. Es posible que en términos absolutos vivan mejor que en India o en África, pero la vida de esas personas ha sido destruida». »
    Claro que esto no se estudia en las bibliotecas de la Ivy League ni de Bolonia, son experiencias de vida. Su sensibilidad social y compasión se apoyan en su conocimiento y contacto personal con los habitantes pobres de los países desarrollados. Esto es exactamente lo que nos pide nuestro Papa Francisco: mirar y tocar.
    En la Universidad de Princeton el pasado 12 de Octubre de 2015 luego de haberse enterado que le había sido otorgado el Premio Nobel dijo que «su lectura del reciente reporte del Banco Mundial sobre la pobreza en el mundo confirmó su percepción de lo poco que esa institución internacional conoce del tema en el caso de América Latina. «La pobreza es peor medida en América Latina más que en ninguna otra región […] Las encuestas de medición de la pobreza se basan en un modelo anticuado», insistió. »
    Y luego Angus Deaton – que sin duda tiene una versión muy actualizada del mundo – «reconoció las acciones contra la desigualdad en las dos mayores economías de Sudamérica, Brasil y Argentina, y destacó que han logrado eludir la tendencia global que apunta hacia una mayor desigualdad. «Son un modelo de una agresiva redistribución de programas sociales que han sacado a mucha gente de la pobreza, han hecho mucho por la salud pública y cerrado la brecha», apuntó. »
    A Europa Press, el 6 de Junio de 2016, le dijo que «hay una desigualdad «buena», que estaría compuesta por la gente que se ha hecho rica «haciendo la vida mejor a la gente», como el creador de Facebook, Mark Zuckerberg; y una desigualdad «mala», que está formada por la gente que se ha enriquecido «gracias a la presión sobre la población», como con los «lobbies»»
    Y coincidiendo totalmente con nuestro Papa Francisco en su discurso en la III EMMP, agrega: «En este sentido, […] ha señalado que «la única solución para acabar con esta mala desigualdad» es «política», y tiene que «salir de las personas perjudicadas, que «se han de organizar, batallar y buscar reformas justas»»
    En la misma entrevista sostiene que las alternativas a la austeridad pasan por «el estímulo de la economía», con la aplicación de «programas públicos» que «generen demanda interna». Así, ha criticado «la idea de que el déficit es malo y que se puede tratar un país como si fuera una economía doméstica», puesto que para un estado «puede ser beneficioso invertir más, para estimular la economía».
    En este sentido, ha afirmado que la austeridad es un «tema ideológico» y que «es bastante trágico que los gobernantes crean que la austeridad es buena». Así, ha criticado los recortes en educación e I+D y ha destacado la importancia de que «los niños brillantes tengan una oportunidad, sin importar su situación económica».
    Desearía que el Sr. Zanatta actualizara su información, para que pueda tener una visión de la Iglesia y de nuestro Papa más acorde con la realidad.
    En cuanto a Criterio… mejor callar.

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